Lino Sexto dirige el Servizo de Gardacostas de Galicia que, además del servicio de rescate marítimo, se encarga de la vigilancia contra el furtivismo y la lucha contra la contaminación en las rías gallegas. Sexto afirma que los drones (aviones no tripulados) serán de gran ayuda para el personal de este servicio en el futuro e remarca la importancia de no consumir marisco adquirido al margen de los cauces legales.

-La Xunta celebró esta semana los 25 años del servicio. ¿Qué balance hace de su actividad?

-Buenísimo, tanto por la cantidad de personas rescatadas como por el criterio que tienen de nosotros a nivel nacional y en el extranjero. Nuestro personal participa en reuniones internacionales, donde es considerado uno los mejores del mundo. Eso para mí es un orgullo.

-¿Qué dificultades tiene Galicia que no tengan otras comunidades a la hora de cubrir una emergencia?

-Hay muy pocos servicios aéreos de rescate en el mar y en España, concretamente, solo los tiene Galicia y el propio Estado (a través de Salvamento Marítimo). Somos la única comunidad autónoma con un servicio de este tipo. Tenemos muchos kilómetros de costa, con una orografía complicada, a lo que se añade que es una zona muy transitada.

-De todas las intervenciones realizadas en los años que lleva en el cargo, ¿hay alguna que recuerde de forma especial?

-Sí, me acuerdo de una operación especialmente complicada. Hace poco tiempo tuvimos que evacuar a varias personas en condiciones extremas, en la zona de cabo Prioriño. Acudimos todos los barcos y helicópteros del servicio con el objetivo de salvar la tripulación y posteriormente el buque, para evitar una contaminación. Fue uno de los momentos más tensos que recuerdo.

-El tiempo de respuesta desde que se notifica una emergencia hasta que despega el helicóptero es inferior a diez minutos, según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. ¿Cómo se consigue esa efectividad?

-Primero, teniendo a las tripulaciones permanentemente al lado del helicóptero, preparadas para cubrir un operativo en cualquier momento. Después es necesario tener la maquinaria y las instalaciones a punto. El resto se consigue con la práctica.

-¿Qué sucedería si todos los medios estuviesen cubriendo otra emergencia? Supongo que el tiempo se incrementaría.

-Si estás en un ejercicio de entrenamiento o en una emergencia real, ese límite de diez minutos que tenemos establecido por contrato no se contabiliza de la misma manera. Pero hay ocasiones en las que los helicópteros están en vuelo y el tiempo de respuesta es todavía menor, porque ya no hay que hacer el protocolo de arranque, comprobación de los sistemas, etc. Sucede con mucha frecuencia que la aeronave se desplace a una evacuación real directamente desde un ejercicio de entrenamiento.

-La plantilla del servicio está formada por 194 profesionales. ¿Es suficiente el personal para cubrir un servicio tan importante?

-Como gestor, está claro que preferiría tener el personal por duplicado o por triplicado. Pero hay que pensar en los costes que supone para la comunidad autónoma. Tratamos de operar con las personas que tenemos al máximo rendimiento.

-El Código Penal tipifica el furtivismo reincidente como delito desde el pasado 1 de julio. ¿Se redujo la presencia de los mariscadores ilegales desde entonces?

-Estamos todavía a la expectativa de ver en qué queda el asunto. La Policía imputó a 14 personas por esta actividad desde que entró en vigor la normativa hasta el pasado día 8. Sigue habiendo furtivismo, por supuesto, pero quizás menos. Está claro que el cambio en la ley no iba a erradicarlo por completo porque el robo y el asesinato también son delitos desde siempre y se siguen cometiendo. Pero sí confío en que sea una buena medida disuasoria.

-¿Cómo se prepara un operativo de lucha contra el furtivismo?

-Lo planificamos en colaboración con la Policía autonómica y la Guardia Civil, con quienes concretamos los puntos de actuación en función de la incidencia de los furtivos en cada momento. Realizamos las intervenciones en base a las mareas, para coger infraganti a los furtivos. Hacemos también operativos por carretera, para tratar de sorprender en las rutas de comercialización a aquellos que se nos escaparon en las playas. Lo que sí es importante es recordarle a la ciudadanía que no consuma marisco adquirido al margen de los cauces legales.

-Las cofradías denuncian que la vigilancia por parte de la Administración es insuficiente. ¿Qué me puede decir al respecto?

-Entiendo que los patrones mayores se quejen, pero tienen que pensar que la marea baja en todos los sitios al mismo tiempo. Para cubrir todas las playas en las que hay recurso nos haría falta la séptima flota de los EEUU. Además, la Xunta subvenciona a los pósitos para que tengan vigilantes. Lo ideal sería que hubiese personal que controlase los 1.500 kilómetros de costa, pero es inviable económicamente, y materialmente imposible. Después hay otro tipo de furtivismo que no es tan problemático (como el de bañistas y turistas) que pueden combatir los guardapescas de las cofradías y los propios mariscadores. Los profesionales deben echarnos una mano y comprometerse con nosotros.

-¿Qué papel tendrán los aviones no tripulados (drones) en el Servizo de Gardacostas?

-Tienen mucho potencial porque nos pueden ayudar a controlar las zonas de furtivismo o el estado del recurso en áreas de difícil acceso, como la situación del percebe en una costa a la que solo se puede acceder con buen tiempo y por mar. Creo que también podrían tener un papel importante en el control de la contaminación de las rías (para ver cómo evoluciona una mancha de aceite o de fuel). Todas estas acciones se cubren ahora con helicópteros tripulados, por lo que el coste es mucho más elevado.

-¿Hay fecha concreta para el inicio de su uso?

-Tuvimos un encuentro a principios del mes pasado con unas 200 empresas de todo el mundo que fabrican y alquilan este tipo de aparatos. Ahora estamos pendientes de las ofertas que nos presenten para hacer una compra competitiva de los drones o incluso alquilarlos, porque la idea es que las empresas nos presten ese servicio. La Xunta estableció una línea de financiación de 55 millones de euros para tratar de promover la investigación en este campo.

-¿Cómo funciona el sistema de vigilancia Videoguard que la Xunta instaló en los puertos?

-El proyecto está a punto de finalizar, nos queda simplemente presentar las conclusiones. Este sistema de vigilancia inteligente consiste en una serie de cámaras con infrarrojos (las de visión ordinaria no se pueden utilizar porque entran en conflicto con la ley de protección de datos) que detectan situaciones como cuándo los bateeiros entran en polígonos cerrados o ciertos barcos en zonas a donde no pueden acceder con determinadas artes. Tenemos que evaluar aún en qué zonas se podría implantar de forma definitiva.

-Por su trabajo, mantiene un contacto habitual con Salvamento Marítimo. ¿Sabe algo acerca del regreso del helicóptero de Cee a la base de Ruibo?

-Lo que sé es que el problema que había no se solucionó con la instalación de la estación meteorológica. Es una zona con una orografía muy complicada, que se cubre de niebla con mucha frecuencia y donde los vientos predominantes dificultan mucho la actividad de ese helipuerto. Creo que la ubicación elegida no fue la correcta.

-¿Cree que Sasemar decidirá cerrar la base?

-No lo sé. Pero si tienes un helicóptero que cuesta mucho dinero, con su correspondiente tripulación, y estás en una zona en la que no puedes operar las 24 horas del día? En su momento nosotros estudiamos la posibilidad de instalar en esa zona un helipuerto de la Xunta y lo descartamos por no ser un lugar apropiado.