Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Corcubión (A Coruña) imputaron el martes a dos personas -un hombre y una mujer- como supuestos autores de un delito contra la salud pública y otro de falsificación de documento público después de que ambos etiquetasen el marisco destinado a la venta sin que éste hubiese sido depurado, según informó ayer la Guardia Civil en una nota.

Estas imputaciones se produjeron tras la investigación iniciada por los agentes el pasado 6 de agosto, después de incautarse de 49 kilos de navaja y longueirón que eran transportados en un vehículo procedente de Fisterra con deficiencias en el etiquetado que lo amparaba. La investigación llevó entonces a los agentes hasta la depuradora que emitió el certificado de salubridad.

Trabajadores del Seprona, en colaboración con el personal del Servizo de Sanidade Ambiental de la Xunta, realizaron una inspección de las instalaciones, en la que encontraron numerosas irregularidades en la emisión de la documentación necesaria vender los bivalvos. Al parecer, la mercancía que llegaba hasta la planta era etiquetada sin pasar por el proceso de limpieza obligatorio. Los agentes continúan ahora con la investigación y no descartan nuevas imputaciones.