Cada vez falta menos para que Ferrol cuente con su propia planta de eviscerado de vieira, que se convertirá en la primera de la provincia de A Coruña. La construcción de la nave comenzará entre la primera y la segunda semana de septiembre, después de que los tres socios impulsores del proyecto recibiesen a principios de semana el visto bueno del Ayuntamiento de Ferrol para comenzar las obras.

Esta iniciativa tendrá finalmente un coste más elevado de lo estimado inicialmente, de unos 250.000 euros -frente a los 200.000 calculados en un principio-, tras la modificación hasta en dos ocasiones del proyecto de obra de la nave. Esto provocó el retraso del inicio de las obras, previsto para finales del pasado mes de abril. "A uno se le quitan las ganas de comenzar cualquier cosa. Primero el problema estaba en los vestuarios y después en que nos faltaba una zona para el tratamiento de residuos tóxicos", explicó uno de los impulsores de la planta, Jaime Gabarri, que indicó que la nave, de unos 300 metros cuadrados, estará ubicada en el municipio de A Capela, a 17 kilómetros de Ferrol.

Gabarri explicó que los promotores de la planta están negociando un crédito con una entidad financiera y que no cuentan con ninguna subvención para edificar la evisceradora, aunque sí aspiran a conseguir fondos europeos. "Sabemos que hay ayudas de la Unión Europea para este tipo de proyectos innovadores. Somos la primera planta de este tipo en la zona norte de Galicia y nuestro abogado está preparando los papeles para conseguir una ayuda que cubra entre el 40% y el 50% de la inversión", apuntó el también miembro de la junta directiva de la Cofradía de Pescadores de Ferrol.

Las obras de construcción de la nave durarán aproximadamente dos meses y medio y las instalaciones estarán formadas por una zona de eviscerado, un área de depuración, unos vestuarios (con duchas y baños para mujeres y hombres), un túnel de congelado y unas oficinas, que se ubicarán en un edificio anexo que pertenece a Mariscos Riobó, de la que es propietario otro de los socios impulsores de la planta. Gabarri estima que la evisceradora empleará a unas veinte personas durante las campañas de extracción.

Vieiras de Ferrol nació con el objetivo de continuar con la comercialización del marisco de la ría ferrolana después de que el pasado verano los mariscadores no pudiesen extraer el recurso al no llegar a un acuerdo con otras dos compañías evisceradoras de la comunidad: Ameixa de Carril y Mariscos Veiro. Ambas firmas se negaron entonces, según explicó Gabarri, a limpiar el producto procedente de la ría de Ferrol con la excusa de que no tenían capacidad para atender la demanda. "Nosotros creemos que el problema es que estábamos abriendo mercado y eso no les interesaba", argumentó el también representante de los mariscadores ferrolanos.

El pósito de Ferrol recibió el primer "no" por parte de Ameixa de Carril, firma con la que tenía un acuerdo desde 2012 para retirar el hepatopáncreas que porta la toxina amnésica (ASP) de la vieira y por la que se quedaba con el 33% de las capturas de la cofradía ferrolana. El siguiente portazo lo recibió de Mariscos Veiro -compañía vinculada a Porto de Cambados, de la que la Cofradía de Pescadores San Antonio de Cambados posee el 58% de las acciones-, que a pesar de llegar en un principio a un acuerdo con la entidad, decidió finalmente no eviscerar su recurso.

Los tres socios fundadores de este proyecto firmaron ya un pacto con la Cofradía de Pescadores de Ferrol por el que el pósito se compromete a eviscerar siempre el recurso en la futura planta, mientras que la firma dará prioridad al marisco de la entidad. Las condiciones serán las mismas, explicó Gabarri, que las que tenía anteriormente con Ameixa de Carril, por lo que la firma se quedará con el 33% del marisco eviscerado.