El cierre de la pesquería de anchoa (o bocarte) en el Cantábrico Noroeste el pasado viernes quedó finalmente en un "susto" para el cerco gallego. El Ministerio de Agricultura reabrió de nuevo el caladero después de hacer el recuento de las capturas de la flota, un hecho que no gustó demasiado al sector. El objetivo de esta reapertura es agotar la cuota con la que cuentan los cerqueros esta campaña -de la que solo resta el 4,2%, unas 1.000 toneladas- y, al mismo tiempo, permitir la continuidad "controlada y limitada" de las capturas gracias a la ampliación del 10% del cupo -porcentaje que se descontará de las posibilidades de pesca de 2016-. Así figura en el documento remitido ayer por el Ejecutivo a la flota afectada.

La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que representa a la mayoría de embarcaciones de cerco de la comunidad, critica que la Secretaría General de Pesca prohibiese la actividad "a sabiendas" de que la cuota de 2015 no se había agotado y de que se ampliaría el cupo en base a la "flexibilidad interanual del 10%". "Este cierre fue totalmente innecesario. Solo sirvió para perder un día de trabajo y poner a la flota más nerviosa de lo que ya estaba", apuntó el portavoz de la asociación, Andrés García, que se enteró de la reapertura del caladero ayer a primera hora -incluso antes de que el Ejecutivo les enviase la orden- por medio del alcalde de Porto do Son, José Luis Oujo. "Le estamos muy agradecidos -dijo García en referencia a Oujo- porque siempre muestra interés por nuestros problemas y porque se movió hasta conseguir hablar con el secretario general de Pesca, Andrés Hermida".

Los armadores afirman que esta reapertura es una buena noticia pero insisten en la "necesidad" de que el Ejecutivo amplíe las posibilidades de pesca en la zona IXa -de Fisterra al golfo de Cádiz-, donde la flota encuentra recurso en abundancia. "Tenemos un montón de anchoa de buena calidad en las Rías Baixas que no podemos capturar. Nos alegramos de volver a pescar en el Cantábrico pero hay muchos barcos que no tienen la capacidad para desplazarse hasta allí", declaró el presidente de Acerga, José Blanco, que insistió en la promesa del anterior secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, de ampliar el cupo de la especie para Galicia en el caso de que el recurso apareciese frente a costas de la comunidad. "No pararemos hasta conseguir ese aumento. Haremos las manifestaciones que hagan falta y recurriremos a los tribunales si es necesario. Este viernes repetiremos las protestas en el puerto de A Coruña", remarcó Blanco.

Precisamente, el diputado del BNG Daniel Rodas, registró ayer una proposición no de ley en el Parlamento gallego que exige el derecho de la flota gallega a capturar la especie. Rodas afirmó que la imposibilidad de pescar la anchoa se debe a presiones de otras comunidades -como Andalucía y Cantabria- y a la dejadez del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, al que acusó de ser incapaz de defender los derechos de la flota de la comunidad.

Mientras, el sector exige que el Gobierno modifique la ley pesquera española y, con ella, el reparto de las posibilidades de pesca para flota. "Confío en que se cambie la ley tarde o temprano. El sector necesita que la Administración le dé un poco de estabilidad y el actual reparto no se lo da. Solo provoca enfrentamientos entre las comunidades", concluyó Blanco.