La pesquería de anchoa en el Cantábrico ha sido una montaña rusa para la flota gallega de cerco en las últimas semanas. Los armadores recibieron ayer el cierre definitivo de la pesquería de la especie en la zona VIIIc -del golfo de Vizcaya hasta Fisterra- para lo que resta de año solo ocho días después de que el Gobierno decretara su reapertura. La Secretaría General de Pesca habilitó el caladero el martes de la semana pasada con el objetivo de que la flota agotase la cuota de 2015 (de la que solo le restaban unas 1.000 toneladas) y de permitir la continuidad de la actividad con una ampliación del 10% del cupo (que se descontará de las posibilidades de pesca de 2016).

Por este motivo, la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) -que representa a la mayoría de las embarcaciones gallegas de este segmento de flota- afirma que este cierre es prematuro y considera que la cuota se ha consumido "muy rápido". "Tenemos serias dudas de que se haya agotado. Nos parece poco tiempo (solo seis jornadas de trabajo) y mucha cantidad que pescar, teniendo en cuenta que nos quedaban más de 2.000 toneladas por capturar", declaró el portavoz de Acerga, Andrés García, que añadió que la asociación remitió ayer una carta al Ministerio de Agricultura para que éste les aclare el consumo de la especie realizado por la flota en estos días.

Precisamente, ambas partes se reunirán mañana para hacer un seguimiento de las pesquerías de anchoa y sardina en aguas ibéricas, después de que el Gobierno convocase el pasado lunes a todo el sector afectado. "Aquí hay algo que no nos cuadra y que esperamos que nos aclare mañana [por hoy] el secretario general de Pesca, Andrés Hermida. Nos avisan de la reunión de forma apresurada y justo llega el cierre de la pesquería un día antes del encuentro", apuntó el también patrón mayor de Sada, que afirmó que el cerco gallego recordará a Hermida la promesa de su antecesor en el cargo, Carlos Domínguez, de ampliar las posibilidades de pesca de anchoa en la zona IXa -de Fisterra al golfo de Cádiz- si la especie aparecía frente a las costas gallegas. La flota lleva semanas viendo pasar este pescado por esas aguas sin poder capturarlo, un hecho que crispa al sector. "Nos sentimos engañados, ya que si en un pacto una de las partes no cumple, debe de considerarse nulo", sostiene Acerga, que realizará mañana una nueva protesta en Camariñas -como continuación a las realizadas en A Coruña, Portosín y Vigo- para exigir al Gobierno un aumento de las posibilidades de pesca de la especie al sur de Fisterra.