Solo una semana después del cierre de la pesquería de anchoa en el Cantábrico, el arrastre gallego confirma una de las premisas más repetidas por el cerco en los últimos días: la abundante presencia de anchoa en aguas de la comunidad. Los arrastreros advierten de que esta situación "atípica" dificulta su actividad ya que este segmento de flota no tiene este recurso como especie objetivo.

Los arrastreros denuncian que los grandes bancos de anchoa en las costas gallegas provocan que los buques tengan un exceso de capturas accesorias. "El que la tiene que pescar (por el cerco) no lo hace y los que no deben hacerlo se encuentran las redes llenas de bocarte sin quererlo", declaró el gerente de la Asociación de armadores coruñeses de arrastre (PescaGalicia), Juan Carlos Corrás, que afirmó que se trata de un problema "circunstancial" para este segmento de flota. "Es algo atípico que hace unos años no pasaba. Últimamente hay más anchoa de lo normal en las costas gallegas y que el cerco o la bajura no la puedan pescar incrementa nuestras dificultades a la hora de trabajar", explicó. Los arrastreros que salen a faenar -en busca de especies como la merluza, el rape o el jurel- comprueban "impotentes" como caen en sus redes grandes cantidades de anchoa que tienen que devolver al mar -en su mayoría ya muerta-. "Cuando levantamos la red podemos encontrarnos una o dos toneladas de bocarte. Y son ejemplares muy grandes", declaró por su parte un armador de arrastre, que incidió en el trabajo "extra" que supone esta situación para los marineros. "La mayoría de los ejemplares vienen aplastados por lo que después hay que limpiar las redes y seleccionar el resto de especies", explicó.

Para Corrás, la solución a este problema es clara y pasa por que la Administración permita al resto de flotas pescar la especie, y critica además el sistema de reparto de cupos en el que se basa la Secretaría General de Pesca. "El pescado no entiende de cuota. Es imposible que el cerco tenga históricos de pesca del recurso porque antes no se veía tanta cantidad en nuestras costas, por lo que no la podían pescar", apuntó el gerente de PescaGalicia.

Protestas

La flota gallega de cerco tiene prohibida la captura de anchoa en la zona VIIIc -del golfo de Vizcaya hasta Fisterra- desde el pasado día 2, después de que el sector consumiese la cuota disponible para este año más la ampliación del 5% de la de 2016. Los barcos tampoco pueden pescar bocarte en aguas del sur de la comunidad -zona IXa, de Fisterra al golfo de Cádiz- desde el pasado mes de febrero, cuando agotaron la "ridícula" cuota de la que disponían. La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) realizó protestas en diferentes puertos gallegos en las últimas semanas, para reclamar precisamente la ampliación de las posibilidades de pesca de anchoa en dicha zona (tal y como les había prometido el anterior secretario general de Pesca, Carlos Domínguez). El sector está ahora a la espera de que el Gobierno confirme (tras consultarlo con las diferentes comunidades autónomas) si podrá haber finalmente un intercambio de cuota de anchoa por sardina con Portugal.