La escasez de cuotas atormenta al cerco gallego y el problema se agrava ahora con el cierre de otra pesquería. El Gobierno decretó ayer la prohibición "provisional y precautoria" de la captura de jurel en el Cantábrico Noroeste para los barcos con gestión conjunta de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que representa a la mayoría de las embarcaciones de este segmento de flota en Galicia. El sector apenas dispone de posibilidades de pesca de sus principales especies objetivo y en algunas de ellas, como la anchoa, ya consumieron su cuota total para este año, por lo que acoge este nuevo cierre con resignación. "No sé qué piensa hacer el Gobierno ahora. ¿De qué quiere que vivamos?", se preguntó ayer el portavoz de Acerga, Andrés García.

El Ejecutivo cerró la pesquería de la especie el pasado 2 de julio después de que los barcos consumiesen las 1.430 toneladas de las que disponían para este año y reabrió posteriormente el caladero (el 16 de julio) tras ampliar la cuota con una parte del cupo de jurel para 2016 que el Gobierno no precisó, según el sector.

La asociación, que agrupa alrededor de 120 barcos, espera ahora a que el Ministerio de Agricultura les confirme el consumo real que hicieron hasta el momento los buques gallegos en la zona VIIIc -del golfo de Vizcaya hasta Fisterra- . Los últimos datos de capturas que la Secretaría General de Pesca envió al sector (fechados a 9 de septiembre) recogen que las embarcaciones de Acerga habían consumido ya el 125,48% de la cuota de jurel en el caladero (1.794 toneladas de 1.430 de las que disponían inicialmente). "El Gobierno amplió el cupo con las posibilidades de pesca de 2016, por lo que el año que viene contaremos con una cuota aún más pequeña", explicó el también patrón mayor de Sada. "Calculo que estaremos cerca del 130% del consumo", añadió García.

El sector contaba desde el pasado 16 de julio con un tope máximo de capturas de 1.000 kilos diarios de jurel por barco y día, así como un límite de cuatro desembarques semanales que incluyeran este pescado. El objetivo, que no han podido cumplir, era estirar la pesquería de la especie hasta octubre.

Mientras, los cerqueros aún pueden capturar jurel en aguas del sur de la comunidad -zona IXa, desde Fisterra hasta el golfo de Cádiz-, donde solo consumieron el 62,24% de la cuota, 2.715 toneladas de las 4.363 totales. "La solución no está en que los barcos se desplacen para pescar. Muchos de ellos no pueden hacerlo porque no están equipados para ello", criticó García, que lamentó también el cierre de la pesca de anchoa en el Cantábrico el pasado día 3. "Era un balón de oxígeno para nosotros hasta nos cortaron la actividad", apuntó.

El sector insiste en que la única solución al problema de escasez de cuota en sus principales especies objetivo es cambiar el sistema de reparto de cupos en el Cantábrico Noroeste, que califican de "injusto". "Los barcos gallegos tienen una pila de problemas que antes de este modelo de reparto no tenían", indicó García, que apostó por un criterio de distribución de las posibilidades de pesca basado en el número de tripulantes de cada embarcación. "Ya que no sirve de nada tener un límite de capturas como había antes, que se distribuya la cuota en función del número de marineros", sentenció.

Acerga realizará este sábado una nueva protesta en el puerto coruñés de Portosín (12:00 horas) para denunciar el "continuo silencio" de las administraciones ante la escasez de cupos que les impide faenar.