Armadores de la volanta de Cedeira, Laxe o Corme se concentraron ayer ante el edificio de la Xunta para exigir una reunión con la conselleira do Mar para denunciar que se les ha asignado una "cuota ridícula" de capturas de merluza que les impide sobrevivir. Los propietarios de las embarcaciones fueron apoyados ayer por el diputado del BNG Daniel Rodas, quien señaló que este sector está viviendo una situación "dramática" y se siente "acorralado" por la Administración.

El armador cedeirense Ricardo Villar, cuya familia es propietaria de cinco embarcaciones y da empleo a 40 tripulantes, reconoció a Efe que se ven obligados a "mentir" en las anotaciones del diario de registro, porque no pueden "sacar un sueldo para vivir, ni para los marineros" y anotan fanecas por merluza. Los pesqueros de la familia Villar acumulan ya multas por más de 90.000 euros por incumplir la normativa y resalta que aún conservan cuota porque estuvieron "mintiendo" todo el año, para que quedase parte de ella para acabarlo.

Villar recordó que la cuota de que disponen es de 35.000 kilos de merluza al año, con un precio medio anual de 3 euros, por lo que pidió que la gente eche cuentas, cuando cada embarcación cuenta con 8 o 9 tripulantes, y completa su asignación en dos meses. Exigen como mínimo una cuota anual de 100 toneladas para poder salir adelante.

Lamentó además que este año se les retiraron los permisos para cambio de modalidad, que los mantenían ocupados otros tres meses.

El armador reconoció a Efe que sus hijas, de cinco, ocho y catorce años, se ponen en distintos lugares del puerto, como hacen familiares de otras embarcaciones, para avisar si vienen los inspectores, cuando, "a sus edades, tienen que estar en la escuela y hacer sus cosas".

Tras pasar la noche ante la Xunta, los propietarios de una docena de buques advirtieron ayer de que no abandonarán la protesta hasta que el Gobierno gallego les dé una respuesta, según Villar.

La movilización arrancó el domingo por la noche después de que los armadores afectados debatiesen el sábado qué podrían pescar y decidieran viajar a Santiago la noche del domingo para iniciar una acampada ante la Xunta, que prolongar hasta que les reciba Quintana (ayer estaba en Bruselas, según informaron desde la Consellería) o Alberto Núñez Feijóo. La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) se solidarizó ayer con los volanteros, que se unen así a las movilizaciones contra el reparto de cuotas que ya inició el cerco en días pasados. Según ha podido saber este diario, otras embarcaciones de bajura, incluso del Mediterráneo estudian una protesta unitaria.