Los armadores de los buques piratas que faenan de forma ilegal en aguas del océano Antártico tienen claro cómo defenderse en el momento en que capturados y acusados de actividades ilícitas. En sus declaraciones siempre aluden a lo mismo: pueden pescar en aguas de la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Vivos Antárticos (Ccamlr, por sus siglas en inglés) porque no están abanderados en países participantes en esta organización y, por tanto, para ellos son aguas internacionales. Este es el vacío legal del que se sirven para escapar a la Justicia continuamente en cuanto a las acusaciones de pesca ilegal se refiere, según denunció el sector durante la celebración de una conferencia en la feria Conxemar, en Vigo, la pasada semana.

En el debate participó el subdirector general de Control e Inspección del Ministerio de Agricultura, Héctor Villa, que calificó como "clave" la cooperación de terceros países para llevar adelante las operaciones Sparrow I y la Sparrow II, en las que fueron realizados numerosos registros en sedes de armadoras gallegas, entre ellas la de Vidal Armadores en Ribeira. Sobre estas operaciones, practicadas entre marzo y julio de este año, se mostraron unas diapositivas durante la intervención de Villa. En ellas aparecían las distintas sedes de sociedades pantalla "con un vínculo claro" con estas armadoras para desarrollar sus actividades ilícitas. Los puntos señalaban varias de ellas en Sudamérica y Centroamérica mientras que tan solo uno estaba en Europa, en Suiza, confirmando de esta forma la noticia publicada por este diario el pasado 10 de abril.

Expertos de Tailandia situaban a Vidal Armadores como dueña del Kunlun, buque apresado y multado por el país asiático y que se fugó sin pagar un solo euro. De allí huyó sin dejar rastro a principios de septiembre. Según constaba, la armadora estaba vinculada desde 2012 a Helvetic Celtic Alimenta, situada en Ginebra y en la que figuraban como integrantes miembros de la firma ribeirense.

Vinculación gallega

De hecho, el Kunlun (así como el Songhua, el Yongding y el Tiantai) fueron relacionados directamente con armadores gallegos por parte del Gobierno una vez abierto el expediente sancionador de la operación Sparrow, que realizó registros también en dos empresas en Vigo y Redondela por presunta importación de pescado ilegal (róbalo y merluza austral, la especie objetivo de estos buques piratas).