Tiene o no tiene la flota cerquera que faena en el caladero nacional Cantábrico Noroeste restos de cuota de xarda? ¿Ha agotado o no ha agotado su cuota? Si hay cuota, ¿por qué no se permite que sea aplicada a la flota cuando esta pasa por tan malos momentos? ¿A qué juega la Secretaría General de Pesca y por qué callan las cofradías de pescadores, especialmente la Federación Nacional?

Como es conocido, la Secretaría General de Pesca ofreció -y los armadores y marineros acampados en San Caetano lo han aceptado como medio para no tener que pagar la totalidad de las penalizaciones que la UE les aplicará el año que viene por haber realizado sobrepesca (un 17%, aproximadamente), pero sin que ello signifique que levantan el campamento compostelano- un intercambio de cuotas de xarda -teóricamente en poder de la flota- por jurel. Es decir, la flota cede xarda y a cambio recibe la misma cuota de jurel. O lo que es lo mismo, jugar a la mariola o al veo-veo.

La Secretaría General de Pesca, autora del "invento", sabe muy bien que esa no es la solución. Entre otras cosas, porque 500 toneladas de jurel para una flota de 140 embarcaciones, es algo así como darle un mondadientes a quien pide pan para comer algo. De ahí que, junto con el descubrimiento de que hay excedente de cuota de xarda, armadores y tripulantes se sientan objeto de una especie de tomadura de pelo por parte de los responsables político-administrativos de la pesca.

¿Cuánto calculará la Secretaría General de Pesca que puede durar esa cuota "extraordinaria" de jurel? ¿Horas, un día...?

Y creerá, obviamente, que ha resuelto el problema a más de un millar de tripulantes que ni siquiera podrían recibir más allá de un par de euros por el precio de esas capturas.

Los barcos, que generan puestos de trabajo directos e indirectos que emplean a unas 5.000 personas, no pueden salir a faenar hasta principios de 2016. Durante los próximos dos meses, y lo que resta de octubre, la actividad será, por tanto, cero. Esto, indudablemente, perjudica a los cerqueros. Y lo hace, incluso, pensando en lo que puede ser, en el futuro, la aplicación de los derechos históricos de pesca que usa la administración.

No, la Secretaría General de Pesca no ha encontrado el camino de la solución del problema; pero la Consellería do Mar tampoco le está facilitando la tarea.