Varios expertos y representantes del sector pesquero gallego coincidieron ayer en A Coruña en denunciar que Bruselas centra buena parte de su política de recorte de las posibilidades de pesca y de reducción de flota en España, y no tanto en otros países de la Unión Europea. En esta situación, y especialmente en la desigualdad en el desguace de buques, incidió la profesora de la Universidad de Santiago (USC) María do Carme García Negro, durante la segunda jornada del III Congreso Sostibilidade Social e Económica do Sector Pesqueiro.

Esta investigadora, que forma parte del comité científico de la Fundación Rendemento Económico Mínimo Sostible e Social (Fremss) -organizadora del evento-, criticó con dureza y numerosos argumentos la gestión del Ejecutivo comunitario, del que dijo que sus intereses "no son pesqueros, sino de alimentación".

García Negro participó en la mesa redonda O RMS económico e social. A sostibilidade social e económica da pesca, en la que denunció que la estabilidad se ha convertido en el objetivo básico de la nueva Política Pesquera Común (PPC) y que Bruselas la utiliza para centrarse en la reducción de la flota de pabellón español mientras la de otros estados miembros, de mucha menor importancia pesquera, "no solo la conservan sino que en algunos casos la han incrementado".

Sobre el rendimiento máximo sostenible (RMS) de las pesquerías, la profesora de la USC criticó que se trata de un modelo analítico que trabaja sobre el tamaño de la población de peces "cuando la realidad es que no existe un equilibrio poblacional". "El modelo es estático, vale para un pronóstico estimativo de la especie, cuando la realidad es muy otra porque los peces no se mueven por años fiscales", sentenció García Negro.

Esta experta también abogó por eliminar "el escándalo de privilegios previos a 1986" -año de entrada de España en la UE- en el reparto de las posibilidades de pesca entre países, la estabilidad relativa, si el Ejecutivo comunitario quiere mejorar su gestión de los recursos y contar con "una única flota de la UE", sin diferencias internas.

El representante de Fremss y gerente de la asociación de armadores PescaGalicia, Juan Carlos Corrás, se sumó a las críticas por la reducción de flota en España y a las limitaciones a la actividad. Corrás resaltó que 62 especies del área en que faenan los buques gallegos se encuentran en buen estado biológico o su evolución es buena -con varias alcanzando el RMS- mientras que la flota española perdió 3.000 unidades entre 2006 y 2012.

Este miembro de Fremss también destacó que el fin de los descartes -las capturas no deseadas que son devueltas al mar ya muertas- fue "una especie de regalo" para las ONG, al tiempo que criticó la apuesta de Europa por la acuicultura, actividad que, dijo, "se alimenta de pesca salvaje".

A los problemas que favorecen la reducción de la flota, Corrás añadió las limitaciones a la actividad de los pesqueros, especialmente españoles, y las continuas inspecciones, sanciones, exigencias técnicas y aspectos como las prospecciones marinas, que obligan a los barcos a parar entre dos y tres meses al año por cuestiones ajenas a su actividad.

El patrón mayor de Sada y portavoz de la asociación de buques de cerco Acerga, Andrés García, sostuvo, por su parte, que Bruselas "ahoga" a la flota con la escasez de cuotas, el exceso de normativas y las sanciones "exageradas". Por ello, reclamó más posibilidades de captura para el próximo año. "Si no es así, el arrastre se va en tropel y el cerco le sigue a buen paso. Se necesita un cambio. Hay jurel, caballa y anchoa y, si hay peces, debemos pescarlos de forma que no siempre se lleven el gato al agua los mismos", explicó en referencia a Cantabria y el País Vasco.

La encargada de clausurar el congreso fue la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, que apostó por la sostenibilidad para garantizar el futuro de la pesca. Le acompañaron el rector de la UDC, Xosé Luis Armesto, el presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada, y el presidente de Fremss, Severino Ares.