Las cuotas de pesca propuestas por la Comisión Europea para el próximo año son recibidas con recelo por el sector pesquero español y gallego. Sabedores de que aún falta la negociación del tradicional Consejo de Ministros de Pesca de diciembre y de que la propuesta de Bruselas siempre es "a la baja", los armadores esperan cambios significativos antes de que lleguen las fechas clave de este año, los días 14 y 15 de diciembre, en los que se decidirán los cupos finales.

La Confederación Española de Pesca (Cepesca) apela a los dictámenes científicos referentes a la biomasa de las distintas especies en las que la CE plantea rebajas para revertir la situación. Su secretario general, Javier Garat, espera que el recorte en el gallo en aguas ibéricas se quede en un 3% como mucho, frente al 26,4% propuesto por Bruselas, y que la situación del rape cambie totalmente: del plan de reducir las cuotas un 12% a un alza próxima al 50% (49,6%).

Garat ve la propuesta de Bruselas "muy negativa" al querer aplicar el próximo año el rendimiento máximo sostenible (RMS, el máximo de capturas que pueden extraerse de una población año tras año sin poner en peligro su capacidad de regeneración futura) para todas las especies. "Ya le dijimos al comisario [de Pesca de la UE, Karmenu Vella] que debe ser flexible. Tenemos margen hasta 2020 para adaptarnos", explica el portavoz de Cepesca.

En el caso del gallo, cree que se podría mantener el total admisible de capturas (TAC) actual, de 1.377 toneladas, y que, en base al informe científico, "solo cabría una reducción del 3%" en las posibilidades de pesca, lejos del 26,4% que pide la CE. En cuanto al rape de aguas ibéricas, la reducción debería ser de un 1% (frente al 19,2% propuesto).

Los cupos del rape también preocupan al presidente de la Federación Galega de Confrarías, Tomás Fajardo, que cree que una rebaja de 400 toneladas perjudicaría tanto a la flota de arrastre ("que se lleva en torno al 50%") como al rasco y artes menores. Fajardo ve muy parecido el caso de la raya, ya que la CE propone bajar un 10% el TAC, hasta 3.420 toneladas. "Este año tuvimos problemas con ella, si ahora tenemos una reducción..., a ven qué hacemos en 2016", lamentó.

La única buena noticia para los pescadores gallegos fue la propuesta de subir un 27% la cuota de jurel en el Cantábrico y un 15% al sur de Fisterra, lo que supondrá más de 12.700 toneladas respecto a este año. El portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, asegura que ese posible aumento, pese a ser "positivo", servirá para "crear un problema mayor, porque el barco que más tiene se va a llevar aún más". El representante de la flota que lleva cuatro semanas amarrada (el 75% de los buques de este segmento en Galicia) explica que la única forma de evitar estas "diferencias" es que se anule el reparto por capturas históricas actual, medida que reclaman con sus acciones protestas, entre las que está una manifestación este domingo en Santiago.