El Partido Popular votó en contra ayer de una proposición no de ley presentada por Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) en la Comisión de Pesca del Parlamento gallego que planteaba instar a la Xunta a reivindicar al Ministerio de Agricultura que la cuota que la Comisión Europea otorga a la flota del Cantábrico Noroeste se reparta de un modo lineal, por barco y número de tripulantes, tal y como reclama la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) y por lo que sus 120 barcos llevan un mes sin salir a faenar y sus propietarios, acampados ante la sede de la Xunta, en Santiago.

El diputado de AGE, Juan Fajardo, recordó que el aumento de las cuotas para el caladero no solucionará el problema porque el reparto "seguirá siendo injusto". "No es de recibo que en la Consellería do Mar haya una incendiaria como conselleira, que en vez de solucionar los problemas aviva los incendios", espetó Fajardo.

El portavoz del PP, José Manuel Balseiro, justificó su negativa a apoyar la iniciativa en la necesidad, dijo, de hacer un estudio para determinar "los criterios a utilizar para que la flota de cerco pueda obtener más posibilidades de pesca" para después debatirlo en el Parlamento. Balseiro invitó a estudiar bien cualquier modificación, a obtener una solución de consenso y a esperar al fin de la campaña para analizar los resultados y negociar que los criterios socioeconómicos (que ahora tienen una influencia del 30% en el reparto) tengan más peso en detrimento de los históricos (70%). Defendió sin embargo que el reparto que entró en vigor el año pasado porque puso fin a la llamada pesca olímpica, que dio lugar a importantes sanciones.

Mientras el cerco mantiene su acampada de protesta y las autoridades reclaman consenso, éste parece casi imposible. La semana pasada surgió una nueva unión de cerqueros en Galicia para agrupar a los 40 buques que gestionan su cuota de forma individual. Según explica el presidente de la Asociación de Cerqueiros Galegos, Gonzalo Pérez, se trata de una escisión de Acerga; "armadores que no estaban contentos con la gestión que se estaba haciendo", pero que no están en contra de sus compañeros. "Nosotros no queremos dividir al sector, tan solo queremos lo que es nuestro", indicó Pérez, que rechaza frontalmente la principal reclamación del reparto lineal por tripulante y barco.

Expatrón mayor de Portosín y dueño del Escalador Dos, Gonzalo Pérez indica que "existía un gran malestar dentro de Acerga". Él mismo formó parte el año pasado de esta asociación que hoy integran 112 buques -más o menos el 75% del total de Galicia- hasta que le invitaron a abandonar la asociación. "Fue por discrepancias con la forma de gestionar las cuotas y la asociación", comenta Pérez. Ahora con Cerqueiros Galegos espera poder "conseguir la unión del sector". A pesar de que hoy en día son 40 buques (la mayoría de Cambados o Ribeira), la intención de esta nueva agrupación es la de ir sumando adeptos. "Algunos nos están llamando. Esperamos poder incorporar a los de Burela, algunos de Malpica, A Coruña...", señala el vicepresidente.

Entienden que el reparto actual -de acuerdo con capturas históricas- necesita alguna modificación, pero rechazan las demandas de Acerga. "En Galicia no podemos ser todos iguales porque los gastos de cada barco tampoco son los mismos. Cometen un error si quieren este tipo de reparto de Vizcaya a Galicia. Andrés García, portavoz de Acerga, dio su punto de vista sobre la creación de este nuevo grupo de armadores: "Respeto que cada uno se asocie como quiera", explica García, que sin embargo matiza que no comparte sus reclamaciones. "Si todos vamos por libre la mitad de la flota desaparece", señala.

Los cuatro grupos parlamentarios acordaron por unanimidad promover que el etiquetado de los productos del mar incluya el origen de Galicia. La iniciativa, presentada por el PSOE, pretende modificar la normativa europea que clasifica los productos gallegos entre "Bahía de Vizcaya" y "Aguas portuguesas".

El BNG reclamó además que el Gobierno negocie un acuerdo de pesca con Portugal que recoja las mismas condiciones para la flota de arrastre de litoral de uno y otro país, dado que la lusa no descansa los fines de semana y usa artes "ilegales", según los nacionalistas.