El director de la certificación Marine Stewardship Council (MSC) en Europa, Camiel Derichs, participó en la segunda jornada del foro organizado recientemente por FAO y Conxemar en Vigo. Orgulloso de la firma que comanda, cree que el sello es más reconocido en el norte de Europa que en el sur.

-¿Por qué esa diferencia entre países como España y Suecia o Alemania?

-Son como dos mundos porque los mercados en el norte están muy concentrados, por lo que hay un número limitado de grupos de distribución. Los consumidores también han sido incitados a la sostenibilidad medioambiental mucho más que en el sur, donde además hay más cadenas de distribución y los mensajes sobre sostenibilidad no son tan directos.

-¿Puede ser por el tamaño de los países?

-No, no es porque sean países grandes o pequeños. Alemania, por ejemplo, es un país muy grande y allí están totalmente comprometidos con la actividad MSC. La razón creo que, en parte, es porque los alemanes están concienciados con el medio ambiente y buscan los productos que lo respetan. Allí consumen masivamente solo un par de especies, anchoa y abadejo. En España hay muchas más. Es diferente.

-Aquí se consume mucho pescado.

-Sí, y hay más fragmentación en las cadenas de distribución, más especies y menos educación del consumidor sobre medio ambiente.

-¿No están concienciados los consumidores en España?

-No sé si soy el más indicado para responder a eso pero creo que están en su infancia hablando en términos de entender la sostenibilidad medioambiental en las pesquerías. Hay grupos que sí lo están, pero no la mayoría, como sí sucede en Suecia o Alemania.

-¿Deberían los gobiernos tomar partido en ello?

-No sé si deberían ser o no los gobiernos los que den el paso, pero es saludable para las sociedades que sus ciudadanos sean educados en lo que pasa en el mundo. Las escuelas, informativos? Todo forma parte de una educación adecuada. Hablamos de la mayor fuente de producción de alimentos. Lo que recibimos de los océanos es increíble y debemos cuidar los recursos porque si no, nuestros hijos heredarán un planeta difícil en el que vivir.

-Existen empresas que crean sus propios certificados. Aquí Pescanova lo hizo. ¿Por qué se hace esto desde el sector privado?

-Es una buena pregunta. Creo que la proliferación de las etiquetas es el resultado del incremento de peticiones de sostenibilidad. Las empresas no quieren correr riesgos en el futuro, porque puede que alguno de sus stocks estén sobreexplotados y quieren seguridad en el suministro. También tienen miedo desde el punto de vista de la reputación porque las ONG pueden crear una lista negra de distribuidores y no quieren estar en ella, porque sus productos perderían valor.

-Parece que la certificación es más importante en Europa que en otras zonas, como Asia?

-Si, esa es la realidad. El 70% del consumo mundial de productos del mar está en Asia. Con el fin de tener un impacto en cómo se gestionan las pesquerías y crear valor para esta pesca, tienen que demostrar que no tienen pesca ilegal. Es donde estamos trabajando: Japón, China, Australia y Nueva Zelanda.

-¿Qué le diría a una familia para que consumiese productos ecoetiquetados?

-Creo que es bueno buscar estos productos en las tiendas. Si buscas los que tienen certificados de sostenibilidad verás que los productos vienen de una pesquería bien gestionada y cuidarás realmente de ésta. De esta forma puedes ser parte de la solución como consumidor.

-¿Y a una flota o compañía para entrar en el programa MSC?

-Nosotros damos la bienvenida a todos para que participen en el programa. En España la pesquería de merluza está certificada pero hay un buen número de barcos que no están certificados, como los de palangre. En principio estos buques deberían estar dispuestos a participar porque así traerían más merluza certificada a los consumidores españoles, que es una de las principales especies que se consume aquí.