"Tan pronto vimos el fuego cerramos las puertas para evitar que entrara oxígeno y se extendiera. Suponemos que fue algo eléctrico". El Mar da Galega, arrastrero con bandera lusa pero puerto base en Muros, se incendió ayer por la mañana en aguas de Portugal. Su patrón, Eduardo Pena, relataba así para este diario lo que había sucedido mientras su buque era remolcado al puerto de Peniche tras el fuego que consumió la sala de máquinas y afectó al parque de pesca. En el barco trabajaban seis tripulantes -cuatro muradanos y dos guardeses- cuando comenzaron las llamas, pero ninguno resultó herido pese a lo aparatoso del accidente: "Había un humo muy fuerte por los plásticos y la instalación, que se quemó toda. Es un barco pequeño y teníamos que escapar pero no había adonde", indicó Pena.

El Mar da Galega, un arrastrero construido en 1996 de 24 metros de eslora, había salido del puerto de Nazaré -situado 120 kilómetros al norte de Lisboa- para pescar jurel y merluza. Sobre las 8.45 horas, cuando se encontraban faenando a unas 15 millas de tierra, la tripulación dio la voz de alerta y pidió auxilio al Centro de Coordenação de Busca e Salvamento Marítimo de Lisboa (MRCC Lisboa) por un incendio en la sala de máquinas. A bordo viajaban seis marineros de los ocho que forman la tripulación, ya que dos de ellos -patrón de costa y mecánico- se quedaron en tierra para pasar un reconocimiento médico.

En colaboración con la Capitanía del Porto de Nazaré, el MRCC indicó a los seis gallegos que se preparasen para abandonar el buque por si fuera necesario antes de la llegada de los rescatadores. Al lugar de los hechos enviaron a la corbeta NRP Jacinto Cândido, el pesquero Fortuna do Mar, la embarcación del servicios de guardacostas luso Vigilante y el remolcador francés Milo, que pasaba por la zona.

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Cuando estos efectivos llegaron al lugar de los hechos el fuego estaba controlado pero no sofocado. Sin embargo, tanto el patrón como el jefe de máquinas no quisieron abandonar el barco mientras los otros cuatro subían a bordo del remolcador. En un primer momento se anunció que el pesquero sería trasladado a Vigo, pero el armador del Mar da Galega y expatrón mayor de la cofradía de Muros, José Antonio Lago, informó que lo llevarían a Peniche, a unos 38 kilómetros al sur. "Tan solo se produjeron daños materiales y lo importante es que la tripulación está bien. Ahora tendremos que esperar a ver si podemos salvar el buque", informó a este periódico poco después de que se hiciera público el suceso.

Lago también resaltó el buen proceder de la tripulación al cerrar las escotillas de la sala de máquinas y la "gran experiencia" del patrón. Eduardo Pena, por la tarde, habló con este periódico para relatar lo ocurrido. "Estábamos arrastrando cuando empezó el fuego. Suponemos que fue algo eléctrico y que se trasladó al parque de pesca. Nosotros cerramos las puertas para que no entrara oxígeno y se apagase el fuego", explicó el patrón.

"Pasamos un susto porque en estos casos se pasa siempre. Es duro, pero es lo que toca. Al ser un barco pequeño y con el fuerte humo teníamos que escapar pero no había adonde", indicó Pena, que también matizó que cuando llegó el remolcador el fuego se había vuelto a activar. "Pudimos usar su motobomba y apagamos las llamas sin problema", concretó.

Sobre las nueve de la noche el pesquero llegaba a puerto y la armadora tendrá ahora que evaluar los daños sufridos.