La Federación Nacional de Cofradías de Pescadores está. Existe. Y, finalmente, se ha expresado. En este caso, para -en palabras de su secretario general, José Manuel González Gil de Bernabé- señalar que las capturas acordadas por la UE para 2016 son "insatisfactorias". Además, añadió, perjudican especialmente a la flota de bajura del Cantábrico Noroeste.

La más alta instancia de los pósitos españoles expresa su reconocimiento de los esfuerzos del Gobierno en la negociación y la mejora que supone el comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, frente a su antecesora, Maria Damanaki, criticada por el sector, recordó Gil de Bernabé, por sus tesis ecologistas.

Las "bajadas" de cuotas en pesquerías como las de la merluza sur (-25%) y el rape (-14%) que afectan a los caladeros del Cantábrico, Galicia, Portugal y golfo de Cádiz, son negativas para la Federación, lo que, unido a la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) y sus regulaciones, tiene al sector sumido en una gran preocupación. Se refiere, concretamente, al veto a los descartes, que obliga a descargar todas sus capturas en los puertos, lo que implicará, en su opinión, un trabajo adicional para los buques de bajura, y sin compensaciones.

Se entrevé la existencia en el secretario general de la Federación de una cierta desconfianza sobre los efectos de lo que será un hecho a partir del 1 de enero de 2016: la entrada en vigor del sistema de descartes, que afecta a las distintas flotas pero especialmente a los barcos de Gran Sol, la mayoría gallegos. Y todo porque, a la vista de los repartos de cuotas (con alzas en aguas del norte) da la impresión de que la aplicación de los descartes sobre las cuotas asignadas pueda suponer una restricción notable a esos aumentos, con lo que la flota puede salir más perjudicada de lo que se dice.

Sobre esta flota de Gran Sol pesa además el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), del que nadie habla, que es una espada de Damocles que condiciona la actividad de una flota que ya es una sombra de lo que fue.

Si se confirma lo apuntado, Celeiro y Burela pueden ser puertos con un futuro incierto.

A lo insatisfactorio del reparto señalado por el secretario de la Federación habría que sumar los descartes y el RMS para los gransoleros, lo que abriría un nuevo frente de desconcierto para el sector pesquero gallego.