Sí, se han sentado juntos y han compartido diálogo. Pero uno no ve claro que las dos asociaciones gallegas de cerqueros hayan aproximado posturas. Es más: existe la sensación de que esa pretendida unión para una propuesta consensuada en el sistema de reparto de las cuotas no es sino un planteamiento que nace artificiosamente porque lo que Acerga pretende no es lo que Cerqueiros Galegos tiene sobre la mesa de negociación.

Acerga busca un reparto lineal por GT y tripulante, lo que Juan Campaña Carril, integrante de esta asociación, entiende como si, consecuencia de un reparto lineal (que es el primero que debiera hacerse, aclara) se aplica a cada GT 500.000 kilos de, por ejemplo, jurel, y 10.000 kilos por tripulante para, a partir de aquí, negociar el reparto sobrante. Esto es lo que él considera justo. Pero el planteamiento de Cerqueiros Galegos es diametralmente opuesto y sin renunciar al actual sistema de reparto basado en los derechos históricos, que es lo mismo que sostiene la Secretaría General de Pesca y, por ende, la Consellería do Mar.

¿Hasta dónde, entonces, el cacareado acercamiento de posturas?

Sería más ajustado decir que se han sentado a hablar, como el propio Carril apunta, para, a partir de aquí, saludarse si se encuentran por la calle. Pero de unión de fuerzas para reclamar con una sola voz -como quiere la secretaría de Pesca- la solución real al problema del reparto, no puede hablarse en justicia porque las voces siguen siendo varias y las posturas todavía muy distantes, a pesar de lo que la conselleira do Mar, Rosa Quintana, extrajo como conclusión del "acontecimiento" vivido el pasado martes en Santiago.

Decía en mi crónica del pasado miércoles que la Secretaría General de Pesca tiene ya un interlocutor válido. Pero hasta ahora hay que hablar de distintos interlocutores y estos, con más o menos validez.

Volverán a sentarse. Pero el campamento de San Caetano no se desmonta. Allí van a seguir los que voluntariamente quieran, como voluntariamente será abandonado durante la Navidad por algunos de los acampados. El vivaqueo sigue en pie llueva, ventee o haga frío o calor. Pero de momento las piquetas siguen clavadas en el jardín compostelano. O lo que es lo mismo: las espadas siguen en alto.

El acercamiento entre unos y otros cerqueros ha sido más físico que programático. Y la solución a corto plazo parece una quimera. Nadie puede, por tanto, aventurar qué va a suceder en la reunión con el secretario general de Pesca en la primera quincena de enero.