La grave situación económica de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, que según miembros de su directiva podría llegar a desaparecer en menos de dos años, preocupa mucho a los presidentes de las federaciones gallegas. Los cuatro representantes (de las tres provincias costeras y de la autonomía) coinciden en señalar la relevancia de la Federación Nacional para la interlocución entre el sector pesquero y el Gobierno central, e instan a la Administración a que haga todo lo posible para que la entidad no desaparezca.

Para el presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Tomás Fajardo, la noticia adelantada por este diario es una "sorpresa", aunque admite que sabía que la situación económica de la organización no era "muy buena". Según Fajardo, las subvenciones que recibía la federación "se han ido reduciendo" en los últimos años, lo que dificultó su situación económica, por lo que considera necesario que el Gobierno restablezca estos subsidios, por lo menos "para que pueda cubrir sus gastos".

El presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Lugo y miembro de la comisión permanente de la Federación Nacional, Basilio Otero, centra sus críticas en los pósitos que "incumplen" los pagos de cuotas que les corresponden. "Si no ponemos todos de nuestra parte, podríamos perder una organización muy importante para el sector pesquero a nivel nacional, ya que las federaciones de cofradías somos los únicos órganos del sector que cuentan con una representación paritaria entre armadores y marineros", señala Otero.

Fajardo, en cambio, explica que hay muchas cofradías "que tienen muy pocos ingresos", por lo que no pueden pagar. Por ejemplo, las que abonan a la federación una parte de sus ingresos por ventas en lonja pero no consiguen una facturación suficiente para cubrir sus gastos. "Es algo que nos podría pasar a todos", advierte.

"Algo está fallando cuando la Secretaría General de Pesca no está interesada en preservar la Federación Nacional", dice el presidente de la federación coruñesa, Daniel Formoso, que también se muestra sorprendido por la situación límite de la entidad. "Ninguna federación "anda muy bien", añade Formoso.

Aunque las federaciones autonómicas y provinciales no dependen de fondos provenientes de la federación central, como publicó ayer por error este diario, sí es cierto que el sector se vería afectado a nivel de representación y organización. "Coordinarnos de manera independiente sin la Federación Nacional sería mucho más difícil, por eso siempre defendí su continuidad", explica el presidente de las cofradías de Pontevedra, José Antonio Gómez, aunque admite que mantenerla "es complicado". Para Gómez el papel del organismo central es "fundamental" para las cofradías que tienen intereses en caladeros nacionales, que encuentran en la institución "un canal para transmitir sus demandas y reclamaciones a las instituciones". Además, según Fajardo, la Federación Nacional también presta distintos tipos de apoyo a los pósitos, como por ejemplo "asesoramiento jurídico".

Todos los representantes de las cofradías gallegas se muestran a favor de que el Gobierno interceda para solucionar los problemas de la organización pesquera. "Si hace falta que se reúna todo el sector en Madrid con la Secretaría General de Pesca, pues habrá que hacerlo", asevera Otero, que se muestra convencido de que de "no hacerse nada", el resto de organizaciones provinciales y autonómicas podrían "seguir el mismo camino" que la central.

La federación nacional se encuentra en un momento muy complicado al ser incapaz de afrontar el pago de una multa de 42.108,26 euros impuesta por la Secretaría General de Pesca debido a supuestas irregularidades en unos cursos de formación náutico-pesquera impartidos en el período 2008-2009. Según fuentes de la directiva podría echar el cierre en un período inferior a dos años. La entidad intentó hacer frente al pago de la sanción mediante un préstamo bancario, pero no consiguió obtenerlo debido a la falta de garantías, como declaró ante la Audiencia Nacional tras presentar un recurso contra la sanción.

La federación prevé que este año volverá a cerrar su ejercicio económico con déficit. Ante esta situación, la Ejecutiva estudia poner en venta su sede en Madrid, única garantía para afrontar sus pagos de la que dispone.