Primer paso en firme: el sábado, Galicia, Asturias y Cantabria deciden el cómo. El día 14, la Secretaría General de Pesca hará su valoración y, previsiblemente ese día, sabremos qué y cuándo.

Naturalmente, hablamos del cerco y de las pesquerías de jurel, caballa y sardina. La anchoa, por ahora, va por libre.

Pero que sepa el Gobierno que el sector planteará colegiadamente una solución basada en la legislación comunitaria y que quiere que se abandone ya el reparto que considera injusto y arbitrario de las cuotas por parte de la Secretaría de Pesca, con la connivencia en el caso de Galicia de la Consellería do Mar.

Va a ser un debate muy ilustrativo. Porque el sector no quiere seguir la deriva tomada hace dos años -y antes- por la Administración pesquera española que, a lo que se ve, está más decidida al desguace de barcos que a que sigan pescando. Porque, probablemente -me dice un veterano lobo de mar de Sada- si esa misma Administración dedicara los dineros que destina al achatarramiento de barcos a la subvención de vedas o paradas temporales de pesca, los stocks darían una mejor y mayor respuesta a científicos, pescadores y a los políticos de turno. Así de claro y de rotundo.

La respuesta colegiada será la que pacten el sábado día 9, los responsables de asociaciones de armadores e incluso de cofradías de pescadores que, en conjunto, representan al menos el 51% de los barcos que del caladero nacional Cantábrico Noroeste. Al margen quedan, por inhibición demostrada, las federaciones provinciales, autonómicas y nacional de pósitos, que ni están ni se les espera.

Hará muy bien Pesca si escucha los razonamientos, explicaciones y demandas de los armadores. La flota mediana, la que faena más próxima al litoral de su comunidad, es la que está en peores condiciones al no poder desplazarse. Y es la que, aseguran los armadores gallegos, la Administración pesquera quiere dejar ir polo mar abaixo.

Nadie echa una mano. Parece que a nadie le importa el futuro de esta flota. Y sin embargo, es el futuro de la pesca artesanal.

Cuando sardina, jurel y caballa sean "pasto" de la acuicultura y la ganadería, vendrán las lamentaciones: se habrá acabado un sistema de vida y una historia de siglos escrita a costa de muchas vidas y esfuerzo que dejamos ir, también, polo mar abaixo.