El Servicio de Guardacostas, dependiente de la Consellería do Mar de la Xunta de Galicia, entregó a tres centros benéficos de la comunidad más de 500 kilos de pescado y marisco que fueron decomisados por sus trabajadores en la última semana de diciembre.

El producto entregado fue requisado en tres controles, dos de ellos realizados por carretera, uno en colaboración con el Seprona de Ourense y con la Guardia Civil de Tráfico y otro con la Policía Autonómica.

El primer operativo tuvo lugar el pasado 28 de diciembre, cuando los guardacostas de la Consellería requisaron en la autovía A-55, a la altura de Tui, 175 kilos de percebes.

En ese control también se decomisaron 1.464 de almeja japónica y 12 kilos de almeja fina, los cuales fueron destruidos "por desconocer su procedencia y por no poder garantizar sus condiciones higiénico-sanitarias".

Al día siguiente los guardacostas volvieron a actuar en Ourense, donde se requisaron 335 kilos de distintas especies de pescado y marisco "por no presentar la documentación pertinente o por transportar especies de talla antirreglamentaria".

Ese mismo día, en un control realizado por tierra en la localidad pontevedresa de Bueu, se comisaron 14 kilos de pulpo "de talla antirreglamentaria", según informó este lunes la Xunta.

El pescado y marisco decomisado ha sido entregado a la Cocina Económica y al centro Cottolengo, ambos de Santiago de Compostela, y al comedor San Francisco, en Pontevedra.

Al margen de esas operaciones, la Xunta informó de que en las últimas dos semanas se han intervenido cerca de ocho kilos de almeja en la Ría de Arousa, los cuales han sido devueltos al mar, y más de siete kilos de berberecho en la Ría de Muros y Noia.