La decisión de la Secretaría General de Pesca y el acuerdo de silencio practicado por Andalucía y, como era de esperar, por las cofradías gallegas y Cerqueiros Galegos -entre otras organizaciones- solo dejan a los cerqueros de Asturias y de la asociación Acerga el camino de los tribunales de Justicia para tratar de seguir viviendo de la pesca.

Es el resultado de la falta de unión -ya vendrán tiempos para recapacitar- entre pescadores de Galicia, que evidencia que, efectivamente, Acerga y los pescadores asturianos de cerco son minoría en el conjunto de España. Por tanto, es lo que quiere o acepta la mayoría y la minoría tiene que buscar salidas a su falta de cuota ante las instancias judiciales donde, anteriormente, Asturias, por ejemplo, ganó su batalla contra el Gobierno.

Para la Secretaría General de Pesca los dos años de gestión del acuerdo de reparto hasta ahora vigente han sido impecables y han permitido a los tripulantes del cerco ganar entre 40.000 y 50.000 euros. Y en prueba de la equidad del reparto, se incrementa un 17% la pesquería del jurel en la zona VIc como medida excepcional para Acerga en el año recién comenzado.

¡Hale, hop!

El Plan de Gestión para 2016 no es válido para la asociación de cerqueros mayoritaria en Galicia y para ARVI. Tampoco para Asturias. Sí, a lo que se ve, para Cantabria, País Vasco y, evidentemente, Andalucía.

Tres meses de protesta en los jardines de San Caetano, en Santiago, para encontrarse con la dura realidad: más de lo mismo y que si no quieres una taza de caldo, toma dos.

Todo ello basado en medias verdades: globalmente, el plan de gestión de 2014 y 2015 para las pesquerías del cerco, no ha sido malo, dice Pesca.

Que pidan las facturas de cada barco cerquero de Galicia y Asturias y el secretario general de Pesca en funciones caerá en la cuenta de que hay una mayoría de embarcaciones a las que la cuota asignada no le llega para cubrir sus gastos de explotación.

Plantea un patrón: "Que comparen la producción de 2013 con la de los dos años posteriores, y podrán comprobar que esa rentabilidad que indica el señor Hermida no existe en mi barco ni en otros muchos más, porque los hay, incluso, que carecen de cuota. No existe tal beneficio. Salvo que el secretario general de Pesca aplique razonamiento como el que señala que el sueldo medio en España es de 1.500 euros y resulta que más de la mitad de los trabajadores no alcanzan ni el sueldo mínimo".

Los marineros del cerco no quieren que se subestime su inteligencia: "Que el estudio que aplica el señor Hermida -dice el mismo patrón- no se base en planteamientos globales. Hágalo por comunidades autónomas y cuente después el resultado final. Porque, efectivamente, algunos pescadores han cuadruplicado sus ingresos, pero el resto han tenido que dividir por dos o tres su nómina. Pero la media, por la diferencia evidente entre unos y otros, será alta, superior a la realidad. Es una manera hábil de plantear las cosas, pero no engaña a nadie".

El reparto basado en los derechos históricos hace ricos y pobres: hay quien gana 4.000 euros y quien no alcanza ese salario mínimo tan traído y llevado y que el Gobierno en funciones ha incrementado en unos 7 euros mensuales.

Y la desunión del sector ayuda a que esa diferencia se mantenga aunque sea "en funciones".

Pese a todo, los integrantes de Acerga creen que deben seguir luchando. Lo harán, sin volver a faenar y tomando medidas. Primero, posiblemente, impugnando las reuniones del pasado jueves y ganar así un tiempo para la reflexión.