Un grupo de 200 personas, vinculadas a la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), se plantó ayer por la tarde en la plaza de María Pita para encerrarse en el Ayuntamiento coruñés. Su objetivo: forzar un cambio en el reparto de cuotas pesqueras, que consideran "injusto" y ha llevado al sector a encadenar casi tres meses de amarre. Los manifestantes planean quedarse en el Concello "como mínimo" hasta mañana, cuando todo el cerco español se reunirá con el Gobierno en Madrid para discutir la distribución de cupos de 2016.

La multitud, formada por armadores, rederas y marineros de diversas nacionalidades, llegó a la plaza a las 17.00 horas y se dirigió hacia el Consistorio para hablar con el alcalde, Xulio Ferreiro, que ya había sido notificado previamente de su llegada y accedió a alojarlos. Ferreiro acudió a recibirlos y les mostró la sala de exposiciones, lugar en el que permanecerán instalados. El regidor de Marea Atlántica -que ya había colgado una pancarta de apoyo al sector con anterioridad- expresó su intención de "echar una mano" a los cerqueros, dándoles "visibilidad" y solo les pidió "respetar la convivencia" del Concello, aunque evitó declarar si podrán quedarse más de dos días. La concejal del BNG, Avia Veira, ya se había reunido con ellos en la plaza para mostrarles su apoyo.

"Ya nos engañaron una vez y no volverán a hacerlo, no pararemos de protestar hasta que consigamos cambiar esto", afirmaba Guadalupe Piñeiro, una de las mujeres que lideró la comitiva del cerco. "Somos la mayoría y estamos en una democracia, ¿por qué no nos escuchan?".

Otros grupos de manifestantes se encerraron mientras tanto en los Concellos de Bueu y Porto do Son, donde también permanecerán al menos hasta el jueves. Acerga aseguró que no puede "descartar" actos similares en otras localidades.

La Xunta celebró ayer por la mañana una reunión con el sector y los sindicatos para intentar llegar a un acuerdo antes de la negociación con el Ministerio que tendrá lugar mañana en Madrid. La Consellería propuso un reparto de cuotas mínimas que aumentaría de forma progresiva a medida que lo hace el tamaño de los barcos, con 10.000 kilos de jurel al año para los barcos más pequeños, de 0 a 5 GT (toneladas de arqueo); 15.000 kilos para los de 5 a 10 GT; 20.000 kilos para los de 10 a 20 GT. "Y así progresivamente".

Tras más de tres horas de reunión, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, explicó que esta propuesta va "un poco más allá" de la planteada en el encuentro del pasado 22 de diciembre, cuando la Xunta propuso un suelo mínimo de capturas solo para los barcos sin cupos, ya que ahora se apuesta por un "mínimo para todos los barcos".

Al encuentro asistieron representantes de Acerga, Cerqueiros Galegos, la Federación Galega de Confrarías, la Cooperativa de Armadores de Ribeira, la Organización de Produtores Pesqueiros OPP 07 Lugo y la Cooperativa de Armadores de Pesca de Vigo, ARVI. También asistieron los sindicatos CIG, UGT y CCOO.

La idea fue bien recibida por las directivas de las dos asociaciones principales del cerco gallego. Los responsables de Acerga y de Cerqueiros Galegos dejan en manos de sus respectivas asambleas el aceptar o no el planteamiento de la Consellería do Mar.

El portavoz de Acerga, Andrés García, explicó sin embargo que el plan de la Xunta no es lo que Acerga quiere. "Mientras, tendremos que capear el temporal con lo que podamos", explicó. Pese a que no quiso hacer evaluaciones antes de que hablasen todos los asociados, García sí opinó que la idea podría haber sido "más ambiciosa". Acerga, la asociación mayoritaria de este segmento de flota -y que exige cambiar el reparto actual, en función de registros de capturas históricas, por uno lineal, según el número de tripulantes-, celebrará el viernes su asamblea. En ella, analizarán los resultados de la reunión en Madrid de mañana, la propuesta de la Xunta y qué hacer con sus tres movilizaciones: los encierros en los Ayuntamientos de ayer, el amarre y la acampada (que duran ya más de 80 días).

El vicepresidente de Cerqueiros Galegos, Gonzalo Pérez, indicó por su parte que la propuesta presentada por la conselleira es "bastante justa" y "sensata". "Es razonable debido a las cuotas que tenemos, a como está el sector y se da un poco de aliento a toda esta flota pequeña", concretó Pérez. El responsable de la asociación argumentó que aquellos que tienen "algo más" cederán "un poco" para los barcos sin cupos. "Cuando se haga un nuevo ajuste, habrá que incentivar más al que menos tiene", sentenció.

Durante la reunión de sector con la Consellería también se debatió la nueva propuesta de gestión de las cuotas gallegas de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, que fue rechazada por no existir un consenso entre el cerco, a pesar de contar con el apoyo de la mayoría. Según el presidente de la federación, Tomás Fajardo, el plan de gestión se explicó "con detalle" pero no contó "con el apoyo suficiente". Mientras Acerga y ARVI estaban de acuerdo con el cambio, el resto de organizaciones se negaron. El vicepresidente de Cerqueiros Galegos ya había declarado en los días previos al encuentro que la propuesta era "imposible".

La federación, que cumplía el mandato de la última asamblea sectorial del cerco, realizada a finales de diciembre, pretendía unificar la cuota gallega para organizar su distribución en trimestres a lo largo del año. El plan también buscaba establecer un límite de descargas para cada barco de 9.900 kilos diarios y 24.000 semanales, así como una parada obligatoria de dos meses al año para todos los buques, a negociar entre ellos. Según Fajardo, el objetivo era que la cuota durase "todo el año".