La Xunta decidió paralizar la tramitación del anteproyecto de Lei de Acuicultura, objeto de polémica desde su publicación, y revisar su contenido en un nuevo proceso de negociación con los sectores profesionales implicados. "Vamos a hacer un alto en el camino porque esta ley no se va a aprobar sin tener el respaldo del sector", anunció ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de control del Parlamento gallego, ante la pregunta del portavoz del BNG, Francisco Jorquera.

Cofradías de pescadores y mariscadores, bateeiros y hasta concejales y alcaldes del PP se habían mostrado en contra de una normativa que los técnicos de la Consellería do Mar tardaron cuatro años en elaborar. Los profesionales denuncian que la futura ley permitiría la entrada de multinacionales en las rías gallegas y la explotación comercial de especies consideradas invasoras, y exigiría el pago de un canon anual, en concepto de concesión, por la ocupación de las láminas de agua. Todo ello perjudicaría, según sus detractores, a los intereses de la pesca de bajura y los cultivos marinos. Los cargos municipales del PP tampoco la respaldaban por carecer de un mínimo consenso con los trabajadores de la actividad que se pretende regular.

El BNG, por estos motivos, solicitó ayer la Xunta su retirada. Feijóo no quiso ir tan lejos como reclamaba el portavoz nacionalista en la Cámara, pero sí admitió la conveniencia de someter el anteproyecto a una profunda revisión. "Lo pararemos hasta que el sector vea que está para él, para darle garantías jurídicas, para que pueda obtener fondos europeos y para que pueda protegerse de las empresas que quieren especular y que no quieren crear puestos de trabajo", indicó Feijóo. "Tenemos que evitar los errores del pasado y que nadie se aproveche de esas familias ante un actividad que no está regulada", añadió.

Con efecto inmediato, según avanzó el presidente de la Xunta, la Consellería do Mar abrirá "mesas de diálogo" con bateeiros, cofradías de pescadores y mariscadores con el objeto de buscar su respaldo a la nueva normativa. "Mientras que el sector no vea que esta ley es la ley del sector, no se aprobará", indicó en su intervención. Feijóo precisó que ya hay alegaciones pactadas para incorporar al anteproyecto, como que no se pueda desarrollar acuicultura ni piscicultura en polígono de mejillón.

Jorquera, por su parte, denunció que la ley pondrá en riesgo el sector. "Sus amigos son los lobbies y gobiernan a su dictado, como hicieron con Ence, supeditando el interés general a un consejo de administración", reprochó.

La conselleira do Mar, Rosa Quintana, compareció ayer por la tarde en el Parlamento tras el anuncio del presidente de la Xunta para defender el anteproyecto. "Lo que buscamos es que Galicia se parezca a Noruega, Escocia o Alaska, donde la compatibilidad de la acuicultura con la pesca es un hecho", contestó Quintana al diputado de AGE Juan Fajardo, que le había pedido que explicara en que consistirá el "paro" anunciado por Feijóo. Sobre la posibilidad de que multinacionales entren a las rías gallegas, la conselleira respondió: "Los condicionantes del anteproyecto son rigurosos para evitar vacíos legales, que sí se dan con la ley actual. Las multinacionales siempre tuvieron la oportunidad de entrar y no lo hicieron hasta ahora".