Los capitanes de los buques gallegos que faenan en Malvinas y las aguas internacionales del Atlántico sur están preocupados: No encuentran pota. La especie no aparece en este caladero tan importante para la flota y las capturas están siendo mínimas, lo que podría derivar en una campaña "desastrosa". "Es un año muy pobre y tiene pinta de que será de miseria", apunta uno de los patrones. El sector apunta a un drástico cambio de temperaturas como principal causa de la escasez, algo que los armadores relacionan con el fenómeno conocido como El Niño, una corriente marina cálida que afecta principalmente al Pacífico pero que se extiende a otras partes del globo. Los expertos vinculan el aumento de este fenómeno en los últimos años con el cambio climático.

La pesca de pota comienza normalmente a mediados de diciembre y suele finalizar en junio. Los arrastreros que faenan allí capturan unas 15 o 20 toneladas de este recurso por lance en estas fechas, el mejor registro del año. Los capitanes de los barcos gallegos que pescan en la zona alertan, sin embargo, que este año apenas han capturado tres toneladas y que la campaña va a ser un "fracaso total" si todo sigue igual, como explica el capitán Juan Lemos, marinero con 36 años de experiencia. Lemos afirma que las capturas de esta especie se mantenían de forma regular desde hace unos años. "Ahora no estamos encontrando nada", recalca.

Otro de los capitanes que faena en la zona indica que "esta es una situación muy atípica". "No recuerdo vivir algo parecido a esto. No hay ni aquí ni al parecer en Argentina", señala este capitán gallego, que prefiere mantener el anonimato.

Estos pescadores apuntan a un drástico cambio de temperaturas como principal causa de los malos resultados. "Normalmente a estas alturas del año tendríamos que pasar calor y no está siendo así. Esto es un caos", señala Lemos. Una opinión que refrenda Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), que añade que la zona está siendo asolada por el fenómeno El Niño, "que se nota desde Perú hasta las islas Malvinas".

El Niño ya causó estropicios en la pesca durante 2015, y los expertos alertan de que será todavía peor este año. Este fenómeno calienta el agua del océano, lo que produce el desplazamiento de las especies que lo habitan en el Pacífico. Esto provoca que los buques acudan a sus caladeros habituales y no encuentren las capturas esperadas.

La flota gallega de palangre que faena en el Pacífico también nota los efectos que deja tras de sí El Niño. Así lo explica el presidente de la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), Joaquín Cadilla, que se encuentra trabajando en la zona en estos momentos: "Notamos muchos cambios en el mar ya el año pasado. En las zonas habituales de pesca no había pescado y aparecía donde antes no había nada", comenta Cadilla.