El buque arrastrero Velliño, con bandera de Portugal y base en el puerto luso de Leixoes, pero propiedad de una empresa armadora domiciliada en Muros (A Coruña), está inmovilizado desde ayer por la tarde en el puerto de Avilés (Asturias). El pesquero fue retenido por la Armada española, que halló en su casco dos compartimentos ocultos que no constan en los planos de la embarcación. El pesquero no podrá hacerse a la mar hasta que elimine esas zonas ilegales y abone la fianza que las autoridades determinen.

La existencia de dobles fondos y cámaras secretas en los cascos de los barcos constituye una infracción al reglamento marítimo porque su uso suele estar relacionado con actividades delictivas como la ocultación de pescado. Un testigo que se encontraba en el puerto asturiano aseguró que uno de los propietarios del pesquero negó actividad ilegal alguna y aseguró que la ausencia de los compartimentos en los planos se debe a un error técnico en la construcción del buque.

El Velliño, registrado a nombre de una empresa coruñesa propiedad de los hermanos Manuel y Emilio Lago Maceiras, llevaba varios días faenando en la costa asturiana a la espera de la llegada de los primeros grandes bancos de xarda. El buque gallego es un habitual del puerto de Avilés durante la campaña de la caballa, donde realiza la mayoría de sus ventas. El pescado que traía a bordo fue depositado esta vez en una cámara frigorífica para su conservación, a la espera de conocer su destino final.

El patrullero de la Armada Alborán interceptó al Velliño a 16 millas al norte de Gijón. El buque portugués fue objeto de una inspección rutinaria que concluyó con el hallazgo de dos compartimentos de los que no había constancia en los planos generales de construcción del buque. Ante la sospecha de que esas cámaras sirvieran para usos fraudulentos, los inspectores de pesca a bordo del Alborán procedieron a levantar un acta de infracción y el pesquero fue escoltado hasta el puerto de Avilés, donde quedó retenido de modo cautelar y puesto a disposición de la Secretaría General de Pesca.

El arrastrero retenido no podrá hacerse a la mar hasta que los armadores eliminen los compartimentos presuntamente ilegales y depositen la fianza que se establezca como garantía del pago de posible sanción que le sea impuesta, según informó la delegación del Gobierno en Asturias.

La presencia del patrullero Alborán en aguas del Cantábrico forma parte de la campaña estatal de control y vigilancia pesquera. Este dispositivo inspector se suele reforzar cuando llegan temporadas pesqueras importantes como la de la xarda, que acaba de comenzar en algunas zonas del Cantábrico Noroeste.