Los impulsores de Vieiras de Ferrol, proyecto ideado por mariscadores de esta ría para eviscerar y poder comercializar su propio producto sin intermediarios, ya cuentan con la licencia de obra para construir la planta evisceradora que llevan más de un año buscando. La construcción, que estaba planeada para el pasado mes de septiembre, se retrasó en diversas ocasiones, y los promotores pretenden comenzar las obras a finales de este mes. Los mariscadores culpan del aplazamiento a una serie de "problemas administrativos" con el Concello de A Capela, a 17 kilómetros de Ferrol, que albergará la futura nave de 300 metros cuadrados.

"Cada vez que íbamos al Ayuntamiento para gestionar algo nos pedían más papeleo", censura Jaime Gabarri, miembro de la ejecutiva de la cofradía de Ferrol y promotor del proyecto, que se muestra "aliviado" de haber conseguido "por fin" la licencia. Gabarri explica que, antes de empezar a construir, necesitan que un inspector de la Xunta compruebe que la planta todavía ha comenzado, trámite necesario para solicitar una subvención de la UE con la que esperan cubrir "entre el 40% y el 50%" de los gastos de ejecución.

Los costes de la obra, que durará unos tres meses, ascenderán a 300.000 euros, un aumento del 50% frente a los 200.000 estimados inicialmente. Gabarri aclara que lo que "disparó" el precio fueron los aparatos de manipulación del marisco y la maquinaria. El proyecto será financiado con un crédito del Banco Popular.

La vieira no puede ser vendida directamente en lonja, ya que primero hay que extraer el hepatopáncreas para eliminar la presencia de la toxina amnésica. La idea de crear Vieira de Ferrol surgió en 2014 después de que la firma arousana Ameixa de Carril, que evisceraba el producto de la cofradía de Ferrol desde 2012, se negase a hacerlo. La empresa argumentó que no tenía capacidad para atender la demanda, por lo que los mariscadores no pudieron extraer el recurso durante el verano de 2014, lo que ocasionó importantes pérdidas económicas al pósito.

Los trabajadores ferrolanos contactaron posteriormente con Mariscos Veiro, vinculada a la cofradía de Cambados. Tras varios desencuentros por razones similares, la depuradora accedió a manipular vieira de Ferrol. "En Cambados no querían nuestro producto porque somos competencia, por lo que tenemos que pagar más que ellos por el mismo servicio", admite Gabarri con resignación, aunque confirma que su cofradía continuará trabajando con Mariscos Veiro este año.

Los tres socios de Vieiras de Ferrol firmaron el año pasado un pacto con el pósito ferrolano, que será el cliente prioritario y a cambio se compromete a eviscerar siempre su recurso en la futura planta. La empresa se quedará con el 33% del marisco manipulado, como estipulaba el contrato con Ameixa de Carril. Gabarri estima que la planta empleará a veinte personas durante las campañas de extracción.