El Gobierno asegura que el Velliño, buque de bandera portuguesa y armadores coruñeses detenido el pasado lunes por tener dos supuestos compartimentos ilegales para guardar pescado, continúa retenido en el puerto de Avilés. El Ministerio de Agricultura informó ayer de que impuso una fianza de 3.500 euros a los armadores del arrastrero, que deben eliminar los cajones ocultos para volver a hacerse a la mar. El Ejecutivo descubrió además que el pesquero cargaba 25 cajas con 350 kilos de xarda sin declarar en uno de esos compartimentos.

La información del Ministerio difiere de lo que uno de los armadores manifestó anteayer a este diario. El empresario de Muros, Manuel Lago Maceiras, aseguró que el barco tenía "luz verde" para zarpar y que todo había sido "un error" por "exceso de celo" del inspector del buque Alborán, de la Armada, que subió al buque en alta mar. Ya en tierra, según el armador, las autoridades constataron que los supuestos compartimentos irregulares eran en realidad un antiguo "túnel de congelado" en desuso.

Maceiras también afirmó que todo el pescado a bordo del Velliño estaba "correctamente anotado y pesado", y que ya había sido vendido en el puerto de Avilés. Una versión que fue desmontada ayer por el Gobierno, que informó de que, además de los compartimentos que no constaban en los planos del arrastrero, los inspectores encontraron 350 kilos de xarda sin declarar. Parte de ese pescado ilegal se encontraba precisamente en una de las dos habitaciones ocultas detectadas por las autoridades. Ambas infracciones fueron consideradas como "graves", por lo que el inspector procedió a llevarlo al muelle de Avilés.

El Ministerio indica que, después del traslado a puerto, otros inspectores de pesca confirmaron las posibles infracciones, por lo que decidieron retener el Velliño. Unas medidas confirmadas posteriormente por la Delegación del Gobierno en Asturias, que estableció una fianza de 3.500 euros. Las autoridades señalaron que los propietarios deben abonar esta cantidad para que el buque pueda volver a la mar, además de tener que eliminar los compartimentos ocultos, "todo ello sin perjuicio de la continuación del procedimiento sancionador abierto". Fuentes de la Secretaría General de Pesca confirmaron que su información estaba actualizada a día de ayer, y es "fehaciente".

Maceiras explicó que su empresa compró el Velliño en Portugal hace año y medio con el objetivo de acceder a mayores cuotas de pesca. Este diario intentó ayer sin éxito contactar con él en varias ocasiones.

La inspección se enmarca dentro de la operación de control pesquero en el Cantábrico Noroeste coordinada por la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA). El patrullero de altura Alborán, operado por la Armada, es el encargado de realizar las inspecciones. El Ministerio calificó ayer la campaña de "positiva" y confirmó que la mayoría de la flota cumplió con la normativa. La única infracción grave detectada fue la del Velliño.