El plazo máximo de 15 días fijado por el Ministerio de Agricultura para la retención del Antony y el Northern Warrior, detenidos en Vigo el pasado 8 de marzo en el marco de la operación Banderas por su relación con la pesca ilegal, concluye hoy. Si el Ministerio no prorroga el plazo -algo que podría hacer, según las fuentes consultadas- los buques podrán levantar amarras tras pagar las fianzas de más de un millón de euros impuestas a cada uno de ellos.

Los buques llegaron con las bodegas vacías y tenían intención de hacer unas reparaciones, según pudo saber este diario. Capitanía Marítima comprobó los certificados y en un principio todo parecía en orden, por lo que autorizó su traslado a un astillero, donde amarraron. Agricultura procedió a su retención en la llamada operación Banderas días más tarde.

Los dos buques llegaron con tripulaciones de origen asiático y en los últimos años cambiaron de nombre en varias ocasiones. El Antony es un palangrero construido en 1972 y su última bandera conocida es la de Belize. Tenía por nombre Urgora hasta 2012 (bandera de Honduras) y antes, hasta 1997, se llamaba Atlantic Oji No. 33.

El arrastrero Northern Warrior fue construido en 1990, su última bandera fue la de Curazao y el único registro localizable estipula que pertenece a South Atlantic Fishing, afincada en el mismo país.

Los inspectores constataron que se trata de embarcaciones actualmente en situación "apátrida", y alertaron de la posible comisión de varias infracciones graves y muy graves en materia de pesca marítima. Agricultura informó de que tiene pruebas que vinculan a ambos pesqueros con las empresas gallegas que fueron registradas en julio de 2015 durante la operación Sparrow 2 contra la pesca ilegal, así como con otros buques implicados en actividades ilícitas.