Las biotoxinas obligaron a cerrar 22 de los 50 polígonos de bateas de Galicia. Los cierres afectan a la totalidad de los ocho polígonos de la ría de Pontevedra; a cuatro del sur de la ría de Arousa y a seis en la ría de Vigo. En la provincia de A Coruña solo se cerraron dos de la ría de Muros-Noia.