La campaña de caballa (o xarda) en el Cantábrico, que comenzó hace dos semanas tras varios retrasos ocasionados por los temporales, no resulta atractiva para la mayoría de buques del cerco gallego. Los armadores descartan desplazarse hacia el noreste debido a los altos costes y el escaso beneficio que obtienen de las capturas. Se trata de una campaña muy limitada por del descenso de cupos del 15% anunciado por Bruselas para este año y la sanción por la sobrepesca cometida en 2010, que este año se cobró 5.000 toneladas. Como resultado, ni siquiera una decena de buques gallegos se desplazó a aguas del Cantábrico, cuando en los últimos años llegaron a alcanzar la treintena.

El presidente de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Juan José Blanco, explica que solo dos barcos de su asociación -que en estos momentos agrupa a unos 90- se encuentran faenando en aguas del País Vasco y Cantabria. Blanco achaca esta situación a que los barcos que integran Acerga son de "poco porte" y tienen una cuota "escasa". "Cada uno de los dos que subieron tiene unos 40.000 kilos de cuota. Eso en condiciones normales no es ni una semana de trabajo", señala Blanco, que añade que con menos de 10.000 kilos al día "no es rentable" desplazarse, ya que los gastos son numerosos y la xarda nunca pasa de los 80 céntimos por kilo.

De la asociación Cerqueiros Galegos, que cuenta con una veintena de buques, hay cinco que decidieron desplazarse al golfo de Vizcaya por su mayor tamaño y cuota. Su vicepresidente, Gonzalo Pérez, aclara que el balance para estos barcos es positivo, aunque coincide en que la falta de cupos los lastra. "Descargaron bastante xarda la semana pasada, entre 6.000 y 10.000 kilos por día, a un precio de 70 u 80 céntimos por kilo" relata Pérez, que además indica que se trata de ejemplares "grandes" y que se encuentran "cerca" de la costa.

Ambas asociaciones exigen que se condone la sanción por sobrepesca impuesta por Bruselas en 2010, cuando la flota superó en un 80% la cuota de caballa, y que pagará hasta 2023. Esta sanción supone una reducción de 5.000 toneladas de la cuota total de 2016 -33.000 toneladas-. "Fue un error de contabilidad del Gobierno, cuando ordenó cerrar la pesquería muchos ya se habían pasado del cupo", asegura el portavoz de Acerga, Andrés García. "Tienen que condonar esa deuda y dejarnos trabajar, hay muchísimo pescado en el mar", añade Pérez.

Mientras, en aguas gallegas, el cerco intenta recuperarse de un inicio de año muy flojo y marcado por los sucesivos temporales que impidieron trabajar a la flota. El jurel, especie de la que más dependen en estos momentos, sigue sin aparecer, y los armadores tienen que contentarse con especies como la albacora o el sargo, del que algún buque ha llegado a descargar 1.000 kilos en un día. La flota también pescó algo de sardina, aunque de momento intenta no hacerlo, ya que la cuota también se redujo este año. "La mayoría espera a ver si comienza a llegar xarda al norte, por la zona de A Coruña, porque lo poco que tenemos tiene que rendir", admite Pérez con resignación. Aunque la campaña de caballa en Galicia puede retrasarse hasta el mes de mayo.

El presidente de la Asociación de Frigoríficos de Pesca Extractiva (Afripex), Manuel Casal, afirma que la desaparición de pelágicos como el jurel en aguas gallegas está relacionada con la presencia "fuera de tiempo" de especies como la albacora. "Son depredadores de pescado de litoral, por lo que lo expulsan de la costa. Por eso el jurel, que ya es escaso en esta época, está desaparecido", indica Casal, que aguarda que la campaña de xarda "mejore" la situación, aunque reconoce que los primeros meses del año siempre son "más flojos".