La cofradía de Malpica presentará este mes un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ante la imposibilidad de afrontar sus pagos. La medida afectará a sus nueve empleados, que llevan un mes y medio sin cobrar, según fuentes del propio pósito. La elevada deuda de la entidad, que asciende a 300.000 euros, así como la falta de descargas de la flota de cerco, fundamental para este muelle, son las causas de la quiebra. Los miembros de la cofradía se reunirán este sábado con el abogado de la organización para conocer los detalles de la medida, que supondrá reducciones salariales y puede llevar al despido de varios trabajadores.

El patrón mayor de Malpica, Pedro Pérez Martelo, reconoció que la situación económica es "complicada" pero evitó dar más detalles sobre la medida: "Desde la cofradía no vamos a decir nada de momento", manifestó el responsable, aunque fuentes sindicales y miembros del pósito sí confirmaron la quiebra de la entidad y el ERE.

La Consellería do Mar negó por su parte que esta cofradía haya realizado una solicitud de intervención administrativa, posibilidad abierta desde que en diciembre de 2015 la Xunta introdujo una orden para regular las situaciones de impago. Fuentes del departamento que dirige Rosa Quintana recuerdan que el pósito ya incumplió el plan de pagos pactado con la Axencia Tributaria de Galicia, aunque señalan la "buena voluntad" de Mar para "renegociar" ese plan.

La cofradía de Malpica, compuesta por 260 socios, acumula una deuda de 300.000 euros con Portos de Galicia, Hacienda, la Seguridad Social y sus proveedores. Pérez responsabilizó de la situación actual en numerosas ocasiones al anterior patrón, Genaro Amigo, también presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores. El actual patrón mayor defendió, tras su llegada en 2014, la necesidad de atraer compradores e incrementar las ventas en la lonja, que aumentaron un 73% en 2015 y alcanzaron un valor de 4.662.774 euros, un 65% más que el año anterior.

Las descargas durante el primer trimestre de 2016, en cambio, fueron un 82% más bajas que durante el mismo periodo de 2015, una situación que el sector achaca a las escasas capturas del sector de cerco, clave para este pósito, que atraviesa una mala campaña sumada además a la escasez de cuotas pesqueras.

"Esto es una ruina tanto para nosotros como para la cofradía, necesitamos más cuota", lamenta un armador de cerco de Malpica. Aunque otras fuentes del sector acusan a la flota de cerco y los mariscadores de provocar la situación actual al ir a descargar sus capturas a otros muelles, principalmente A Coruña.

Otros puertos

La falta de ventas de la flota de cerco es un problema que va más allá de la cofradía de Malpica, ya que pósitos como el de Sada dependen casi en exclusiva de las descargas de estos barcos. El patrón mayor de Sada y portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, señala que su situación es "muy complicada", aunque aguarda no tener que llegar al "extremo" de Malpica. García recuerda, no obstante, que su cofradía ya tuvo que despedir a dos empleados en 2013.

El patrón de Sada afirma que tener al lado un puerto "importante" como A Coruña es toda una "desventaja", y reconoce que parte de su flota descarga en este muelle por sus "mejores precios". "Los barcos que descargan fuera hacen un esfuerzo y nos dan parte de sus ventas, pero por desgracia no es suficiente", explica García. "Tenemos que ponernos las pilas y conseguir ser más atractivos para los vendedores", añade.