Un vigilante de la empresa de seguridad privada Seguribérica que protegía a la tripulación del atunero de Bermeo (País Vasco) Txori Gorri acabó ayer presuntamente con la vida de un compañero al que disparó en varias ocasiones. Momentos después se encerró en un camarote y se quitó la vida. El buque, con tripulantes gallegos a bordo, navega hacia las Seychelles para dejar los cuerpos de Juan José V.C. y Juan Manuel M.M.

El suceso tuvo lugar cuando el buque se encontraba a unas 90 millas de Puerto Victoria, en las islas Seychelles, según informaron a Europa Press fuentes conocedoras del suceso. Al parecer Juan José V.C. fue el autor de los disparos aunque por el momento se desconocen los motivos, que están siendo investigados. Tras este incidente, el presunto autor del disparo se atrincheró en uno de los camarotes de la embarcación, donde finalmente acabó con su vida. "Se le fue la cabeza", comentó a este diario una fuente conocedora de lo ocurrido, que recalcó que "fue un incidente entre dos personas, ajeno a la tripulación".

Tras el incidente, según informó el diario vasco elcorreo.com, se produjeron momentos de tensión ya que la tripulación temía que se hubiese producido un ataque de piratas, como ya sucedió en el año 2009. En aquellas fechas, poco después del secuestro del Alakrana, el Txori Gorri -por entonces con 12 gallegos a bordo y cuatro vigilantes de seguridad- sufrió la persecución de dos esquifes durante media hora.

Contratación de seguridad

Precisamente en 2009 fue cuando la armadora, la firma vasca Inpesca, firmó un contrato con la empresa de seguridad privada Seguribérica para el embarque de vigilantes de seguridad a bordo de los atuneros que faenan en aguas del océano Índico con el objetivo de evitar los intentos de secuestro por parte de piratas somalíes.