La Guardia Civil desarticuló una red que habría exportado ilegalmente algo más de 2,5 toneladas de angulas, valoradas en cuatro millones de euros y compradas sobre todo en Galicia, y detuvo a ocho personas implicadas en estos hechos al tiempo que investiga a otras tres. Todo ello, en el marco de la operación denominada Black Glass. Según informó el Instituto Armado, los agentes también realizaron un registro domiciliario, en el que descubrieron la contabilidad B que acreditaba la exportación ilegal de las angulas.

La Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) de la Jefatura del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en colaboración con la Europol, dio por desarticulada esta banda, compuesta por una veintena de personas.

A los detenidos en esta operación -que sigue abierta a la espera de localizar a nueve personas más contra las que se formula acusación- se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, contra la fauna y contrabando.

Los envíos de las angulas se realizaban con maletas que eran transportadas por viajeros mulas, en distintos vuelos, ya que las cantidades por persona, siempre que no superaran los 50.000 euros de valor, no se consideraban delito. Sin embargo, el hecho de realizar esta actividad bajo estructura de grupo organizado supone un delito, cualquiera que sea la cantidad transportada.

La operación se inició en octubre de 2015, cuando los agentes descubrieron, mientras efectuaban una serie de gestiones en la temporada de pesca de esta especie, que unos ciudadanos chinos habían alquilado una vivienda cerca del aeropuerto de Barajas, en Madrid, y que habían instalado material propicio para la conservación en vivo de las angulas. Desde ese momento, colaborando con Europol y con otras Unidades de la Guardia Civil de las comandancias de Madrid, Vizcaya, Salamanca y Zaragoza, hubo varias intervenciones en aeropuertos y otros puntos del territorio nacional en las que se intervinieron casi 700 kilos de angulas, valoradas en más de un millón de euros.