La Comisión Europea ha decidido atender las quejas del sector y dará marcha atrás a las exigencias del nuevo certificado aduanero que perjudicaba a los armadores gallegos. Tras la paralización de diez contenedores con pescado el pasado viernes en el puerto de Vigo por este requerimiento, una delegación de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) se reunió con responsables de la DG Mare y la DG Taxud (de aduanas) en Bruselas para exponerles los problemas a los que están sometidos desde la retirada del anterior certificado, el T2M, y la entrada en vigor del nuevo, el 1 de mayo. "La CE lo entendió, lo asumieron y admitieron que con la nueva documentación se rompe la confidencialidad del trabajo de las empresas armadoras", explica José Antonio Suárez-Llanos, gerente adjunto de ARVI.

Durante la reunión, que arrancó a las 14.30 horas del jueves, los armadores les explicaron los problemas que supone para una empresa entregar una copia del diario electrónico de a bordo (DEA) como se requiere en la actualidad junto al certificado de transbordo del tercer país. "Con el DEA completo se pierde la confidencialidad de la labor comercial de las empresas, porque se da a conocer el plan de trabajo, de producción y demás", comenta Suárez-Llanos.

Estos riesgos ya habían sido advertidos por todo el sector cuando fue anunciado el nuevo requerimiento. Tras varias reuniones, Bruselas rechazó aceptar una prórroga en la aplicación del nuevo certificado y ahora, vistos los problemas causados sobre la marcha, acepta dar marcha atrás y hacer cambios en el documento. "Ahora España tiene que proponer un nuevo modelo que sería el certificado de origen del país tercero, identificando el número de la marea y además la impresión del DEA en la que figura solo el número. Se salva así la confidencialidad y se preserva el estatuto aduanero de la mercancía", concreta el miembro de ARVI.

Este documento sirve para certificar que unas capturas realizadas por un buque comunitario no son manipuladas en el puerto de descarga del país tercero y que son enviadas a la UE como producto con bandera del país del buque. Los primeros contenedores con pescado desde la entrada en vigor de este certificado empezaron a llegar la semana pasada tras haber superado una serie de problemas en su lugar origen. Los armadores criticaron en su día que los países terceros siguen requiriendo el T2M y tienen problemas para convencerlos de que acepten los nuevos requerimientos de la CE.

Las casi 300 toneladas que Aduanas retuvo en Vigo el pasado viernes y que fueron liberadas el martes no tenían la documentación adecuada. Así lo explican fuentes de la Agencia Tributaria en Galicia, que indican que los papeles presentados por las armadoras estaban incompletos al no figurar el nombre del buque o buques que habían realizado las capturas. La Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), a cuyos asociados pertenecía esta carga, insisten sin embargo en que los datos que necesitan las autoridades interfieren con la confidencialidad de las zonas de pesca y rumbos del buque.

Según Aduanas, la documentación de los diez contenedores paralizados durante cinco días llegó el pasado viernes, día 20 a última hora de la mañana. Era una carga comunitaria procedente de Namibia para lo que en función del nuevo documento implantado por Bruselas requería del certificado de transbordo y de una impresión del diario electrónico de a bordo (DEA). A partir de entonces, los agentes aduaneros les pidieron que entregasen la documentación completa, que aportaron el lunes en una impresión del DEA completa. "Una vez recibido el martes se liberaron los contenedores", indicaron desde Aduanas, que entienden que hay una serie de datos que quieren "mantener como confidenciales". "Es legítimo, pero no acorde con la normativa, aunque nos consta que se está hablando en Bruselas para modificarlo y simplificarlo", añaden.