La Confraría de Pescadores de Barallobre (Fene) anunció ayer que iniciará acciones legales "próximamente" contra la empresa Navantia, al entender que la compañía naval pública se niega a reconocer su "responsabilidad" en los vertidos de fuel aparecidos en la playa de Barallobre el pasado 15 de marzo.

Ese derrame motivó el cierre de esa zona hasta el 9 de abril, por lo que los profesionales de este pósito no pudieron faenar allí debido la "afectación" de las aguas y del molusco.

La entidad indica que cuenta con un informe de los vigilantes de la cofradía que describe cómo en la zona de la escollera de Navantia Fene, en la salida de uno de los dos tubos, se observó una "importante" y "considerable" mancha que dejó restos "claros", tanto en las piedras de la escollera como en el agua del mar y en las algas del lugar, e incluso se podían apreciar en el interior de uno de los conductos. "Esta contaminación se dirigió hacia la playa de Barallobre", denunció la directiva del pósito.

La cofradía fenesa también asegura que los vigilantes observaron, cuando se encontraban a la altura de los tubos del antiguo astillero Astano, la presencia de un trabajador de Navantia que realizaba tareas y trabajos en la zona, y el cual les trasmitió de viva voz: "Ya os avisaron, escapó aquí, pero ya está arreglado". Los guardapescas afirman que el trabajador se encontraba "llenando un cubo" y que tienen fotografías de ese momento.

La cofradía afirma que cuenta con documentos que apuntan a la posible responsabilidad de Navantia por este y otros vertidos, que de momento se "niega" a reconocer. Esta respuesta provocó la indignación de los mariscadores, "cansados" de diversos incidentes de este tipo que padecieron a lo largo de los años y de los que también culpan al astillero.

Este diario intentó sin éxito ponerse en contacto con Navantia.