Veintisiete días y sus correspondientes noches. Esto es lo que ha tardado la flota volantera gallega, integrada por poco menos de una cuarentena de barcos, en consumir la cuota asignada para esta campaña. Es decir, siete días antes de la Semana Santa de 2016, los volanteiros de Galicia comenzaron su particular Vía Crucis pasando por caja (caja B, por supuesto) si quieren seguir pescando. La caja B es, por supuesto, la que utilizan algunos armadores de barcos con licencia que no pescan merluza en el Cantábrico Noroeste y que hacen "caja" sin mojar los aparejos porque sus licencias de pesca han sido transferidas a aquellos que, sin derechos históricos de pesca, se ven en la obligación de comprarlas. Es obvio: aquello que se pesca, consta como derechos históricos para los barcos que venden sus cuotas a los volanteiros gallegos.

Lo saben los vendedores y los compradores y lo sabe todo la flota, por lo que no es posible que tales hechos se ignoren en los despachos de los que tienen que velar, caso de la Secretaría General de Pesca (que no está en funciones, aunque sí lo esté el titular de la misma) que parece llevar unos años mirando para otro lado no sea que le salpiquen los rociones de un mar que se queja por culpa de una ley de pesca nacida en 2013 y que, mediante un simple corta y pega, ha sido trasladada a los por ella afectados en 2015. Tal corta y pega no es sino un plagio como una casa para que todo siga igual y nada, absolutamente nada, se modifique. Todo un alarde de esfuerzo profesional.

El reparto de la cuota que antes se realizaba, con un mínimo por históricos y el resto mediante reparto lineal, ha pasado a mejor vida, lo que no es ni medianamente aceptable para quienes pagan las culpas de esta incongruencia porque quedan en fuera de juego permanente. Negociar con dinero "B" no es su estilo y a este tipo de negocio se niegan la mayoría de los perjudicados por el actual sistema de reparto. Este tampoco satisface a los barcos que emplean artes como el rasco, palangre, artes menores, etc., que optarían abiertamente por un reparto lineal que, no obstante, perjudicaría entonces a los vascos y los cántabros, que se quedarían sin cuota cuando, en la actualidad, les sobran la mayoría de la que la Administración central les adjudica (aunque no la usen). Pero quien quiera pescar sabe que tiene que "pasar por el aro". Y chitón, no sea que, por hablar demasiado, el próximo año no puedas acceder a esas ventas de la caja "B" y te veas en la obligación de solicitar nuevos créditos allí donde los bancos estén dispuestos a aceptarlos.

Cerca del 90% de los volanteros españoles son gallegos. Y estos solo han podido dedicar a la campaña 27 días y otras tantas noches. Menos que los 19 días y 500 noches del Joaquín Sabina que sigue culpando a la cofradía del Santo Reproche.

Desconoce el arriba firmante si tal cofradía tiene algo que ver con la Secretaría General de Pesca.