El reparto de las cuotas de merluza, que este año provocó que un tercio de la volanta gallega amarrase antes de llegar al mes de junio, divide al sector volantero del Cantábrico. Mientras algunos armadores gallegos reclaman el fin del reparto lineal -introducido en 2012- para recuperar sus derechos históricos sobre esta pesquería, la Asociación de Volanteros del Cantábrico Noroeste (Avocano) -que agrupa unos 25 pesqueros de Galicia, Asturias y Cantabria- se niega a una distribución basada en registros históricos de capturas al considerar que solo beneficiaría a las grandes embarcaciones.

"¿Pero cómo vamos a permitir que primen los históricos cuando en el Cantábrico hay barcos que nos duplican en tripulantes y durante años pescaron con un número de aparejos superior al que marcaba la ley?", se pregunta el secretario de Avocano, el asturiano Santiago Folgar, que asegura que su asociación, nacida en 2013, representa a los pesqueros pequeños y medianos que practican una pesca "artesanal". Folgar carga por ello contra lo que considera volanta "industrial" y critica a la Secretaría General de Pesca por "romper" el equilibrio del censo al permitir faenar allí a barcos de gran tamaño. "Esos buques tienen capacidad para ir a otras zonas, como la VIIIb -sur de Francia-. De hecho, sus propios armadores lo piden con frecuencia", asevera.

Avocano reivindica el actual sistema de reparto de merluza, que otorga unas posibilidades de pesca similares -alrededor de 30 toneladas anuales- a cada uno de los barcos del censo, y centra sus demandas en un aumento de cupos para toda la flota. "Ahora mismo aguantamos ayudándonos los unos a los otros y pescando otras especies como caballa, rape o abadejo", aclara Folgar, que niega que los armadores de su asociación compren o vendan cuotas. Estas transacciones no están permitidas por el reglamento, que solo admiten cesiones, aunque fuentes del sector sí reconocen que hay barcos gallegos que adquieren cupos para poder seguir con su actividad.

Mientras, armadores gallegos de Cedeira y Laxe exigen al Gobierno que restablezca los derechos históricos de la flota. "Antes, nosotros nos dedicábamos a la merluza, mientras los vascos y cántabros pescaban xarda, pero ahora la merluza se reparte de forma lineal, mientras la caballa se distribuye en base a históricos de capturas, por lo que a nosotros no nos llega y a ellos les sobra", expuso recientemente a este diario el armador cedeirense Ricardo Villar, lo que explicaría que ciertos armadores de Cantabria y Euskadi puedan prescindir de parte de sus cupos y venderlos.