La prohibición de la pesca de arrastre por debajo de los 800 metros de profundidad que propone Bruselas es una decisión "política" y "sin base" científica. Es lo que defendieron ayer tanto el científico Ray Hilborn como el director del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Eduardo Balguerías, durante la III Conferencia Internacional sobre el Futuro de la Pesca, celebrada en Vigo.

El sector vio respaldada de esta forma la postura que mantiene desde hace meses ante el veto que plantea Bruselas, que fue aplazado el pasado martes por la falta de entendimiento entre las partes. "Resulta una decisión que queda bien de cara a la galería pero sin fundamento científico", aseveró Balguerías durante el turno de debate de la conferencia, tras lo que añadió que la medida "tiene riesgo" porque, como denuncian los armadores, crea un precedente "muy tentador" de cara al futuro para nuevas prohibiciones.

Mientras, el Coordinador senior de la Comisión de Pesquerías de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO), Ricardo Federizón, explicó las medidas de la organización para proteger los fondos de sus aguas y el científico de la Universidad de Washington, Ray Hilborn, aseguró que existe gente "muy respetable" que señala a algunas ONG (citó a Oceana y PEW) por intentar quitar este tipo de pesca de en medio de forma "deliberada".

El responsable de Industria Pesquera del Departamento de Pesquerías y Acuicultura de la FAO, Petri Suuronen, sostuvo además que el arrastre es un arte "como otro cualquiera" y que genera un impacto como los demás. En este sentido, apostó por "minimizar" esta huella a través de la innovación. "Las consecuencias socioeconómicas serían devastadoras", concretó Suuronen sobre la prohibición total del arrastre.

En este sentido, tanto la conselleira do Mar, Rosa Quintana, como el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, apelaron al "conocimiento" para no "criminalizar" las artes de arrastre. Los responsables pesqueros de la Administración gallega y española creen que es " imprescindible" contar con la materia prima que descargan estos barcos y que no debería haber medidas drásticas en aguas comunitarias.