La campaña del centollo y el buey (o boi) de mar en la provincia de A Coruña finalizó ayer con datos de descargas muy positivos, sobre todo en la lonja de A Coruña, principal punto de descarga de ambas especies en Galicia. Las ventas de centollo en el muelle coruñés entre enero y junio aumentaron un 61% con respecto al mismo periodo de 2015, de 11,6 toneladas el pasado ejercicio a 18,7 este año. El incremento de la oferta no repercutió especialmente en el precio medio del producto, que se mantuvo en unos 9,22 euros el kilo, frente a los 10,92 del año pasado. Las subastas de esta especie generaron así una facturación de 173.000 euros, un 36% más que en 2015.

Las descargas de buey en el puerto coruñés crecieron incluso más, un 85%, al pasar de 3,5 toneladas comercializadas a 6,5. La cotización del buey, en cambio, cayó a la mitad en el primer semestre del presente ejercicio, hasta los 2,21 euros por kilo, por lo que la cifra de negocios quedó en niveles similares, alrededor de los 14.000 euros.

Estos datos, publicados en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar, parecen indicar que esta fue una buena temporada para la pesca de centollo y buey, pero la opinión del sector va en contra de esa percepción. El portavoz coruñés de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega), Xosé Iglesias, hace un balance positivo de los cuatro meses que dedicó a esta campaña por la "calidad" del producto, pero no por la cantidad capturada. "Pescamos bastante centollo, sobre 50 o 60 kilos por día, pero solo alcanzamos el tope (110 kilos) un día", señala.

Los comerciantes de la ciudad también aseguran que no percibieron este aumento de las descargas. "Puede que hubiese más producto, pero en el día a día no lo notamos mucho", explica el presidente de la Asociación de Minoristas del Puerto de A Coruña, Amando López, que lamenta la pérdida de impulso de los "pequeños" negocios. "Las autoridades dicen que la economía mejora, pero nosotros no somos lo que éramos", indica López.

El gerente de la empresa subastadora Angelita Villar, Carlos López, indica que esta percepción de los comerciantes se puede deber a que buena parte de estas capturas se vende directamente a restaurantes y otros negocios del sector hostelero. "Mucho centollo de aquí acaba en restaurantes de Madrid o Barcelona, no hay solo un consumo local", remarca.

Mientras, en el resto de puertos gallegos, los datos de la Consellería muestran una tendencia similar a la coruñesa. Las ventas de centollo en Galicia hasta junio se elevaron un 63%, de 66 toneladas en 2015 hasta superar las 100 este año, mientras que la facturación creció un 35%, hasta los 1.243.000 euros. Después de A Coruña, Burela (con 18,2 toneladas), O Grove (16 toneladas) y Ribeira (14,5) fueron los principales puntos de primera venta de esta especie.

Para el buey, las descargas aumentaron un 44% (de 8 a 11 toneladas) y la recaudación subió un 13,5%, hasta los 54.000 euros.

El presidente de Asoar-Armega, José Luis Rodríguez, asegura que los datos de la Consellería no son representativos de la campaña en Galicia, ya que puertos importantes como A Coruña, Ribeira o Vigo reciben producto de fuera de la comunidad. "A estas lonjas llega centollo de países como Francia o Irlanda e incluso se envían remesas desde otras comunidades autónomas como Asturias o Cantabria, ya que los precios aquí son mejores", explica Rodríguez, que califica esta situación de "fraude" al consumidor.

Este armador afirma que la campaña del centollo sí fue un poco mejor que la de 2015, aunque "nada exagerado". Sobre el buey, especie "no abundante", indica que la temporada fue "mala".