El director xeral de Pesca, Juan Maneiro, señaló ayer durante la comisión de Pesca del Parlamento gallego que el Gobierno central está dispuesto a modificar los criterios de reparto de la cuota de merluza para la flota de volanta, siempre que exista una "conformidad mayoritaria" de todo el sector del Cantábrico. Maneiro indicó que el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, se lo aseguró en una reunión con la flota celebrada en Madrid el pasado mes de junio.

Las posibilidades de que la volanta llegue a un acuerdo de estas características son, no obstante, muy reducidas. La reivindicación de cambiar el reparto parte de un grupo de armadores gallegos, la mayoría del puerto de Cedeira, que apuesta por recuperar los derechos históricos sobre esta pesquería frente a la distribución actual, que otorga a cada barco del Cantábrico una cuota de merluza que ronda las 30 toneladas.

Mientras, la Asociación de Volanteros del Cantábrico Noroeste (Avocano) -que agrupa unos 25 pesqueros de Galicia, Asturias y Cantabria, más de la mitad de la flota- se niega a una distribución basada en registros históricos de capturas al considerar que solo beneficiaría a las grandes embarcaciones, y centra sus demandas en un aumento de posibilidades de pesca.

El armador cedeirense Ricardo Villar explicó recientemente a este diario que la flota del País Vasco se encuentra "cómoda" con el reparto actual, ya que dispone de cupos de otras especies como la xarda. "No tenemos nada que ofrecerles, a parte de dinero", lamentaba.

Maneiro señaló ayer, por su parte, que la Xunta considera que el sistema de reparto es el "mejor" posible, ya que fue "decidido" por los representantes del sector en 2012. "Sería deseable disponer de más cuotas, pero las que hay permiten la rentabilidad de los barcos", señaló.

"En el 2009, con menos cupo de merluza y con los precios de gasóleo más altos, la flota era rentable, y ahora cabe tener en cuenta que la cuota de merluza subió un 70% hasta el 2015 y que los costes son mucho menores por la bajada del gasóleo", añadió el director xeral.

Los armadores gallegos, en cambio, denuncian que la falta de cupos provocó el amarre de un tercio de la flota antes de alcanzar el mes de junio. El sector ya organizó una acampada a finales de 2015 frente a la sede de la Xunta, en Santiago, para protestar por la escasez de cuotas, y abandonó las protestas tras conseguir una promesa de la Xunta de que mediaría para remediar la situación.

La comisión de Pesca aprobó ayer, por otra parte, una proposición no de ley para exigir a la Xunta que todas las embarcaciones gallegas, independientemente de las artes que empleen o del puerto de descarga, envíen sus registros de venta a la federación gallega de cofradías en un plazo inferior a doce horas.

La medida fue aprobada con los votos del PP y fue muy criticada por la oposición, que la calificó de "clientelista" y lamentó que solo creará "trabas" burocráticas para el sector. Mientras, Balseiro defendió que la proposición parte de la propia flota.