Unos 80 patrones y tripulantes de buques de la flota atunera española analizaron ayer en Vigo los posibles métodos para reducir la pesca accidental de especies no deseadas -como rayas, tiburones o tortugas-, según informó la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac).

El curso, coordinado e impartido por investigadores del centro tecnológico vasco AZTI y organizado por la Fundación Internacional para la Sostenibilidad de la Pesca (ISSF, por sus siglas en inglés), se encuadra entre las iniciativas impulsadas por la flota atunera desde que en mayo presentó su plan para fomentar las buenas prácticas y la sostenibilidad en el sector pesquero.

La formación incluyó cuestiones relacionadas con maniobras y métodos de liberación de especies que no son objetivo de pesca, la seguridad de los tripulantes o el uso de dispositivos concentradores de ejemplares objetivo.

Opagac subrayó que todas las pesquerías llevan aparejada la captura involuntaria de otras especies, pero la flota atunera de cerco es una de las "más selectivas", con un porcentaje "muy bajo" de pesca incidental, si bien el objetivo del sector es que se reduzca a cero.

El gerente de Opagac, Julio Morón, aseguró que, para ello, es necesario "formar e informar" a los tripulantes sobre cómo actuar en estas situaciones. La asociación agrupa a ocho empresas armadoras que poseen 40 buques y que capturan cada año 300.000 toneladas de atún -el 6 % del total mundial- en los tres principales océanos del planeta (Atlántico, Índico y Pacífico).

La iniciativa forma parte de una serie de eventos del ISSF con el fin de disminuir las capturas accidentales en los barcos de cerco. Esta nueva edición del taller se une a las realizadas con anterioridad en Cangas y en el País Vasco y que ya formaron en 2016 a 400 profesionales en buenas prácticas. El año pasado, nueve flotas de distintas artes participaron en estos cursos del ISSF, con una asistencia total de 900 patrones y 600 marineros.