La subida del 21% en el tope de capturas de sardina ibérica para este año -de 14.000 a 17.000 toneladas- anunciada ayer por España y Portugal se produjo pese a que los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM o ICES, por sus siglas en inglés) aconsejaron este mes rebajar un 14% el cupo de 2016, hasta 12.000 toneladas.

El último informe del ICES sobre esta especie en estos caladeros, publicado el 14 de julio, muestra una leve mejoría en las poblaciones, aunque todavía se encuentran muy cerca del mínimo histórico de 2014. En la actualidad, el nivel de biomasa de ejemplares mayores de un año ronda las 200.000 toneladas. Además, el reclutamiento de juveniles en los últimos años fue muy bajo, por lo que, en principio, la recuperación no está asegurada.

Los datos del ICES muestran que los stocks cayeron de forma drástica desde 2006 y la "presión pesquera" sobre la especie alcanzó su pico alrededor de 2010. Los científicos también aseguraban que, de cumplirse sus recomendaciones, el cupo de 2017 podría ascender hasta las 23.000 toneladas, un 64% más que en este año.