La Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) lo tiene claro: La detención del buque de su asociación en Santo Tomé y Príncipe no tiene base jurídica. Asegura que el Alemar Primero, detenido el pasado sábado bajo sospechas de una posible actividad ilegal, tenía licencia de pesca en función del acuerdo firmado entre la Unión Europea y el país africano y podía capturar tiburones. Tanto los responsables de Orpagu como los gallegos a bordo del buque afirman que todo se debe a un error que radica en la falta de comprensión por parte de Santo Tomé del protocolo firmado con la UE. En él se especifica que los barcos pueden pescar especies altamente migratorias "enumeradas en el anexo 1 de la Convención de las Naciones Unidas de 1982", una lista en la que aparecen recogidos los tiburones y, más concretamente, la tintorera.

El listado de la ONU aparece en la página 165 de un extenso documento de 223 páginas sobre el derecho del mar. En el puesto número 16 aparece el tiburón oceánico, dividido en dos especies (cañabota gris y peregrino) y cuatro familias, una de ellas, la Carcharhinidae. Esta última recoge la Prionace glauca, comúnmente conocido como tiburón azul o tintorera (quenlla, en gallego). Es precisamente esta especie la que se encontraron los militares y ecologistas de Sea Shepherd que abordaron el buque pasadas las tres de la tarde del pasado sábado, cuando solo llevaban un lance dentro de aguas del país del golfo de Guinea. La gerente de Orpagu, Juana Parada, indicó ayer que para la Comisión Europea "es una prioridad" zanjar este tema con Santo Tomé y Príncipe, aunque reconoce que el proceso "será largo". "Esta especie estaba incluida dentro del acuerdo", reiteró Parada.

La gerente guardesa recordó además que en el barco de los ecologistas, el Bob Barker, también viajaban militares gaboneses por el acuerdo de vigilancia conjunto que mantienen los dos países africanos con la ONG. "En ese país no está permitida la pesca de tiburón y es precisamente por ese motivo por el que la UE decidió firmar un protocolo con Santo Tomé y no con Gabón", concretó Juana Parada.

Orpagu recalcó, por otra parte, que la CE esperará hasta que se solucione este tema antes de evaluar una posible sanción por el cercenamiento de las aletas de los tiburones que fueron encontrados dentro del Alemar Primero, actividad prohibida por la normativa europea desde 2013. "La práctica totalidad de la flota cumple con esta norma y suponemos que será una sanción ejemplar. Pero insisto, es algo que compete a la UE o al Gobierno de España, pero no a Santo Tomé, por lo que no tiene que ver con el arresto", completó Parada, que aclaró que "en ningún caso" se tiró tiburón al mar.

Por lo demás, tanto el jefe de máquinas, Fernando Araújo, como el patrón y armador del buque, José Vicente, permanecen retenidos en la localidad de Neves a la espera de que el conflicto tenga una solución. Los dos gallegos se encuentran allí junto al resto de la tripulación, formada por cinco namibios, cuatro indonesios y un angoleño.

Con ellos se encuentran también tres militares y dos policías de Santo Tomé, según relataba anteayer a este diario el jefe de máquinas. El Bob Barker, embarcación de Sea Shepherd que los apresó y escoltó hasta la llegada la localidad pesquera, ya partió de nuevo en la búsqueda de otros buques a los que abordar bajo la denominada operación Albacora. Lanzada a finales de abril, tiene como objetivo proteger los recursos (especialmente el atún) y amplia las actuales medidas de monitorización, control y vigilancia para detectar y disuadir cualquier actividad de pesa ilegal, no declarada o no reglamentada (Indnr, o IUU por sus siglas en inglés).

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