El secretario xeral de la asociación de armadores coruñeses Pescagalicia-Arpega-O Barco achaca las altas tasas de descartes -capturas no deseadas- de la flota de arrastre a un problema "político", como es la falta de cuotas pesqueras. "En el caso de especies como la caballa o la bacaladilla, gran parte del pescado desechado se produce debido a los descartes políticos, que son aquellos que las tripulaciones se ven obligadas a realizar por carecer de cupos", explica Teixeira, que critica a la Unión Europea por "preconizar" la eliminación de esta práctica mientras "obliga" a las flotas a "tirar" recurso en "perfectas condiciones" y con stock abundante.

"No se puede querer todo a la vez. O se eliminan los descartes o se deja pescar a la flota, es toda una contradicción", asevera Teixeira, que añade que lo que "menos" interesa al sector es capturar especies de escaso valor comercial.

La UE ya comenzó a implantar de forma progresiva la obligatoriedad de desembarcar todo el pescado capturado. Por ello, flotas como la de Marín están inmersas en proyectos para evitar o rentabilizar los descartes.