Ya se han presentado, por parte de la Xunta, las ¿pertinentes? alegaciones al borrador del "Real Decreto por el que se establece un marco para la ordenación del espacio marítimo" que se expone al público por el Gobierno central desde comienzos del pasado mes de agosto. Y a raíz de la presentación de tales alegaciones ha dicho la Xunta a cuantos quieran oír y creer que envía "un mensaje claro y conciso" para que el sector comprenda que se trata de un borrador. Un borrador, oigan, señores y señoras del sector. Por tanto, añade el gobierno en funciones de la Xunta, "sigue abierto a discusión y modificaciones, por cuanto lo único que se pretende -oído al parche- "es dar cumplimiento a una Directiva europea que pretende en todo momento el fomento de un crecimiento sostenible de las economías marinos y de sus recursos, respetando, como se deriva -aclara- de la propia lectura del borrador, las actividades marítimas y sus ordenaciones.

Por ello, y en evitación de perjuicios derivados de la interpretación de tal Real Decreto, carpe diem. Y, el arriba firmante, añade: Y corre.

La Xunta, a través de la Consellería do Mar, ha planteado sus demandas -coincidentes en algunos aspectos con las del propio sector, pero no en su totalidad- recordando que las competencias en materia de pesca en aguas interiores, marisqueo y acuicultura pertenecen al ámbito competencial de la Comunidad Autónoma y que la ordenación que el Estado pudiera realizar en estas materias no puede, en ningún caso, invadir las competencias propias de la Xunta. Pero tal borrador es consecuencia de la obligación de establecer un marco para la ordenación del espacio marítima por parte de la UE con la idea de fomentar un crecimiento sostenible de las economías marítimas y de los espacios marinos y recursos marinos.

No sé si hablamos el mismo idioma. Pero, al menos para un servidor, la Unión Europea, mediante esta Directiva 2014/89/UE del Parlamento Europea y del Consejo de 23 de julio de 2014, reincide en los temores acumulados y nunca por nadie bien aclarados en torno a unos indicadores muy serios conducentes a la pérdida de "soberanía autonómica" para, en caso del fomento de tales economías marítimas, hacer de su capa un sayo en materia acuícola, por ejemplo.

El plazo para las alegaciones por las administraciones expiró ayer, 19 de septiembre. Ya. Y la Xunta dio a conocer su posicionamiento el 17 del mismo mes, prácticamente agotado el plazo y cuando los técnicos jurídicos del departamento no ven que se invadan -a priori- las competencias autonómicas. Así, diciéndolo sin apenas tiempo, la Consellería do Mar se cura en salud.

De ahí el expresivo latinajo de Horacio: Cosecha el día (carpe diem).

Y corre cuanto puedas, compañero, antes de que el Estado aplique lo que Bruselas diga. Sin haber escuchado al sector.