Lo creo, conselleira, lo creo. Ustedes, su departamento, trabajan desde diciembre de 2015 para que el Gobierno central mantenga el coeficiente reductor de jubilación de los tripulantes de buques palangreros. Lo que interesa de verdad es que se siga aplicando a estos buques el mismo tipo de coeficiente válido para las tripulaciones de los congeladores. Así se evitaría que el profesional de aquellos barcos considerados palangreros tengan que prolongar su edad de jubilación.

Vamos a creernos lo que dice, pero no explica usted por qué no ha trascendido hasta ahora -gracias a la denuncia sobre el particular del sindicato CIG y su responsable, Xavier Aboi- cuando usted conoce de sobra que, con solo anunciarlo tendría a toda la flota apoyando la gestión de su Consellería.

Dice usted que las capitanías marítimas trasladan a los afectados los cambios en sus coeficientes reductores, pero Marina Mercante -de quien dependen las capitanías- rechaza responsabilidades en tal sentido y deriva las mismas al Instituto Social de la Marina (ISM) que es quien, en última instancia, ha de aplicar tales modificaciones.

Han tardado un año en admitir que la UE obliga a esos cambios. Lo toman ustedes con calma. Debe ser por esa cuestión que ahora se denomina "Gobierno en funciones". Pero a más de un millar de tripulantes gallegos de 122 buques palangreros de eslora inferior a 50 metros o 500 TRB, se les va a aplicar un coeficiente que va del 0,25 al 0,30, frente al 0,40 que se les ha aplicado hasta ahora y que les permite jubilarse a los 56 años cuando, si no se cambian las cosas, a partir de ahora tendrán que jubilarse 6 o 7 años más tarde.

Si ustedes lo sabían ¿por qué se lo han reservado? ¿Cree que los perjudicados no debían saberlo?

Desde que ustedes han tenido conocimiento de este asunto es probable que hayan trabajado en silencio y evitado padecimientos a esos más de mil marineros, algunos de los cuales, probablemente, habrán votado por los candidatos de su partido a la Xunta. Tal vez no era conveniente citar la bicha, no fuese que la orientación del voto hubiese sido modificada.

No sé si todavía hay tiempo para lograr que la UE modifique los planteamientos previstos para el año próximo. Tampoco sé si el ISM o la Secretaría General de Pesca, y con ellos la Dirección General de la Marina Mercante, pueden hacer algo en tal sentido. Pero está claro que, gracias a la denuncia de la CIG, todos ustedes se han puesto manos a la obra y que, tal vez consecuencia de la reunión con los sindicatos, prevista -según tengo entendido- para el próximo 18 de octubre, pueda lograrse una acción conjunta que fuerce a cambiar la previsión comunitaria cuando menos para la modalidad de pesca. A partir del 18 de octubre veremos qué rumbo toman. Y ustedes sabrán también cuál va a ser la respuesta de los sindicatos y, con estos, la de los tripulantes afectados.

El secretismo empleado no gusta a nadie. Y, menos todavía, cuando manifiestan que ya han dado pasos para que nuestros marineros puedan jubilarse a la edad que les corresponde por norma. Hablamos de coeficientes reductores para la jubilación. Empleen para ello el coeficiente intelectual que se supone tienen los que gobiernan para solventar la papeleta, que el voto ya está depositado en el territorio gallego desde el pasado 25 de septiembre.