La representante de Confederación Española de Pesca (Cepesca) en la asamblea de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat), Rocío Béjar, mostró ayer la preocupación de la flota gallega por el incremento de la presencia de barcos arrastreros pelágicos de Francia o Irlanda en la costera del bonito, cerrada actualmente para los buques españoles. Los armadores del Cantábrico consideran que los arrastreros pelágicos generan descartes y utilizan a los españoles para encontrar los bancos, además de usar artes prohibidas en España.