La Polícia da República de Moçambique detuvo este miércoles a tres de los ocho presuntos asaltantes del buque Pescamar 9, fletado por el grupo Pescanova, que robaron el marisco capturado e hirieron a tres marineros gallegos. Las autoridades sorprendieron a los individuos en el suburbio de Munhava (Beira) cuando, de acuerdo al informe oficial, conducían un vehículo robado y estaban en posesión de la media tonelada de camarón que había sido sustraída del barco pesquero. Los antecedentes de al menos uno de ellos por robo de combustible refuerzan la única línea de investigación de las autoridades, que en ningún momento vincularon el ataque con la piratería. El portavoz del Comando Provincial de la policía, Daniel Macuácua, confirmó que los atacantes portaban dos pistolas y catanas. El patrón del barco llegó a perder el conocimiento tras ser golpeado en la cabeza.

Fuentes de Pescanova explicaron que todos los marineros están en sus casas porque la campaña ya finalizó, entre ellos los trabajadores gallegos, de los que no facilitaron más datos. Parte de la tripulación del Pescamar 9 fue recibida ayer por el consejero delegado (CEO) de la multinacional, Ignacio González, y el director general de Pesca, David Troncoso, que estuvieron de visita esta semana en Angola y Mozambique. El ataque al marisquero se produjo en la madrugada del miércoles 2 de noviembre. Los heridos fueron atendidos en una clínica privada y dados de alta rápidamente, mientras que la embarcación no sufrió ningún percance.

La policía intensifica ahora la investigación para detener a los otros cinco atacantes y la zódiac desde la cual asaltaron el Pescamar 9. De hecho, uno de los tres detenidos es el propietario de esta pequeña lancha, si bien trató de desvincularse de la planificación del robo (además del marisco, sustrajeron también dos portátiles y cuatro teléfonos móviles) y testificó que uno de los individuos lo contrató en Praia-Nova para que transportara a siete personas a un barco que estaba "parado y sin gobierno" cerca de la costa. Cuando supo de las verdaderas intenciones de sus tripulantes, aceptó participar en el asalto tras haber sido intimidado por las armas de éstos, añadió. La zódiac todavía no apareció, según Pescanova.

El Pescamar 9 se encontraba a apenas una milla del puerto de Beira y esperaba instrucciones de la autoridad portuaria para descargar la mercancía en una zona supuestamente segura. El administrador marítimo de Sofala, António Vilanculos, aseguró a la prensa local que la tripulación del pesquero no cumplió con la normativa al fondear en una zona "no recomendable", lo que supone un "serio riesgo" para la seguridad de los barcos, según recoge el medio Notícias Online. Este ataque es el primer incidente de este tipo en Beira tras el secuestro del Vega 5 en 2010.