La Escuela Técnica Superior de Náutica y Máquinas, dependiente de la Universidade da Coruña, acogió a comienzos de mes una conferencia del técnico en seguridad marítima Jesús García Casariego. Este asturiano, también excapitán de buques tanque, acudió al que fue su centro de formación para hablar de la evolución histórica de la seguridad marítima, los planes de emergencia a bordo y la contaminación por hidrocarburos en el mar.

-El sector pesquero gallego tiene una alta tasa de accidentes laborales mortales que no se reduce de forma significativa. ¿Qué porcentaje se puede evitar?

-Todos. El objetivo que debería haber es cero accidentes. Es posible, se puede conseguir. El gran problema es la falta de formación. Para poder informar a los trabajadores, estos tienen que estar formados. Un mal aprendizaje es lo que nos puede llevar a verdaderos desastres. Por ejemplo, un incendio no se combate siempre apagando el fuego, a lo mejor lo que hay que hacer es refrigerar otras zonas para evitar que se extienda. Es necesario entrenarse mediante simulacros e identificar los fallos, que es lo que no se suele hacer. Hay que tomar acciones inmediatas sobre lo que se hizo mal.

-¿Qué falta por hacer en ese sentido desde la Administración?

-No avanzaremos mientras los empresarios, los trabajadores y la Administración no se mentalicen de que la seguridad es la mejor inversión que hay y no un gasto. La política de prevención es la que da frutos. Lo que está claro es que si seguimos haciendo lo mismo, continuaremos obteniendo los mismos resultados.

-Entonces, ¿hay accidentes porque algunos empresarios consideran la seguridad un coste?

-Yo digo lo que se debe hacer, otra cosa es lo que cada uno haga, pero lo que es cierto es que los accidentes salen caros. Tú imagina que tienes una empresa de construcción y se te cae un trabajador y se mata. Si pasa esto es porque no tuvo medios colectivos ni individuales de protección ni prevención. Si montas un andamio y unas líneas de vida que cumplan con la normativa, es imposible que el empleado se caiga. ¿Qué coste tiene eso? A lo mejor estamos hablando de unos 1.000 euros. Ahora, si este chico se cae, ¿qué gasto hay para la empresa? Independientemente de que el coste social sea incalculable e irreversible, el empresario va a tener una multa, una indemnización y unas pérdidas cuantiosas porque se paran los trabajos.

-¿Hay una mejora en relación a la contaminación marina producida por barcos?

-Los datos reales son muy diferentes de lo que la gente piensa. Cuando hablas de contaminación marítima las personas tienden a recordar las grandes catástrofes, como la del Prestige, pero de los residuos que vienen de tierra no se dice nada. Los datos de la federación internacional de armadores de buque tanques (ITOF) muestran que los barcos solo representan el 7% de la entrada de hidrocarburos en la mar. Los vertidos por accidentes, que se redujeron mucho desde los 60, suponen el 5%. Mientras, el 64% va desde tierra. Contaminan muchísimo más las ciudades y las industrias que los buques.