La Unión Europea aprobó ayer la ampliación por dos años de la Operación Atalanta para luchar contra la piratería en el golfo de Adén y el océano Índico. Los veintiocho países de la Unión Europea acordaron destinar once millones de presupuesto adicional para costes comunes de la operación, que finalizará el 31 de diciembre de 2018.

La operación, que se puso en marcha en diciembre de 2008 con el objetivo de disuadir, prevenir y reprimir los actos de la piratería frente a las costas somalíes y contribuir a proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otras embarcaciones pesqueras vulnerables, tenía prevista su finalización en diciembre de este año.

España participa ininterrumpidamente desde 2008 con la aportación de medios navales y aéreos. Actualmente, colabora con el buque de acción marítima Relámpago y un avión de patrulla marítima P-3 Orión a esta operación que ayuda a reducir de forma significativa la piratería. Mientras que en 2011 se contabilizaron 174 barcos mercantes atacados, con un balance de 736 rehenes y 32 buques capturados por piratas, en 2013 ninguno de los ataques a siete embarcaciones registrados tuvo éxito y ni en 2015 ni en 2016 se produjeron ataques. Desde principios del año pasado, apenas quedan 26 rehenes en manos piratas, según datos de Atalanta.

Datos de enero de la misión indican que un total de 119 piratas de los 155 que fueron transferidos por la operación a distintos países para su posible procesamiento han sido condenados desde 2009.

Condenados a dieciocho años

Un tribunal de justicia de Malasia condenó a ocho piratas indonesios a con penas de hasta dieciocho años de cárcel por el secuestro del buque cisterna MR Orkin Harmony. Los hechos, de los que se declararon culpables, se produjeron el junio de 2015 en el propio país.